Además del cubismo y el surrealismo, sus pinturas hacen referencia al arte pre-colombino y a los paisajes variados de México. Es el abstraccionista mexicano más importante del siglo veinte.
En las obras más típicas de Olga de Amaral se respira una indudable sensación de lujo. La suntuosidad de sus piezas, en particular las de oro, a menudo se liga a un extraordinario sentimiento supraterrenal.
Gustavo Acosta es un poeta de la inmanencia que reanima en la materia el vano placer de las ilusiones, la verdad suprema de la vida, la historia silenciosa y oscura de lo inmemorial.
Su arte fue motivo de premios de diversas instituciones: Fondo Nacional de las Artes, el Sagitario de Oro de UNICEF, Mérito Social de la Organización de la Naciones Unidas, entre otros.
Concurre al taller de Alfredo Lazzari junto a Benito Quinquela Martín y Fortunato Lacámera y en 1912, a los 26 años de edad, egresa de la Academia Nacional de Bellas Artes, con el título de Profesor de Dibujo.
La síntesis del dibujo, la libertad de la pincelada, la transparencia y la diafanidad del color, tornan su obra fresca y etérea, a la vez que intensamente expresiva.
Bonifanti se destaca como maestro de numerosos artistas argentinos, tales como Emilio C. Agrelo (1856-1933), Cupertino del Campo (1873-1967), y Antonio Alice (1886-1943).