Liliana Maresca

Dueña de un temperamento poco convencional, Liliana eligió espacios atípicos para sus Acciones. En 1985 organizó en un lavadero automático una exposición colectiva que tituló “Lavarte”. Dentro de esta tónica expuso en la Facultad de Filosofía y Letras un objeto compuesto por libros desencuadernados que integraba la mítica serpiente que se devora a sí misma. Estos eventos la vincularon al movimiento neodadaísta de los sesenta, cuando el arte, abandonando los templos que le estaban destinados, irrumpió con sus happenings en la vida cotidiana.