Antonio Bonilla
La temática de su obra hace referencia a la destrucción del hombre por el hombre desde un punto de vista contestatario, sarcástico y de humor negro. Su obra es ubicada dentro de las corrientes del expresionismo y surrealismo, con influencias del arte precolombino. Bonilla recurre de manera constante a la sátira, y se dice que sus creaciones producen «por primera vez en la historia del arte pictórico salvadoreño, un toque de irreverencia en su estilo, dentro del cual se refleja abiertamente una serie de tabúes, prejuicios y falsas moralidades que significan una burla al verdadero “salvadoreñismo”». Su obra marca un «punto de ruptura en la pintura salvadoreña ya que es valiente y agresiva, con aguda crítica social, llena de humor y burla.
BIOGRAFÍA
Miguel Antonio Bonilla nació en San Salvador, en 1954. Comenzó a estudiar Arquitectura en la Universidad de El Salvador, pero dejó la carrera para incursionar como artista autodidacta. Comenzó a exhibir en 1972. Cuatro años más tarde, emigró hacia México, donde permaneció hasta 1980. Es uno de los fundadores de la Asociación de Artistas Plásticos de El Salvador (ADAPES), la cual presidió entre 1998 y 2000. Ha viajado por Guatemala, Estados Unidos, Inglaterra y Francia, aunque en la actualidad reside en su ciudad natal.
Considerado por algunos como el “maestro del feísmo” en el arte nacional, la obra de Bonilla incluye pintura, dibujo, grabado y escultura. Pinta en óleo, acrílico y acuarela sobre canvas o madera (en formatos de retablo); dibuja en tinta y lápiz; produce xilografías sobre neolite y esculpe en piedra reconstruida cubierta en lámina de oro o plata.
La temática de su obra hace referencia a la destrucción del hombre por el hombre desde un punto de vista contestatario, sarcástico y de humor negro. Entre sus proyectos más importantes se encuentran la serie Espectros (1979-1984), una carpeta de dibujos que refleja al conflicto armado, y la obra Réquiem para los Mártires (1990), dedicada a los sacerdotes jesuitas asesinados y que se exhibe en la capilla “Monseñor Romero”, dentro de la Universidad Centroamericana “José Simeón Cañas” (UCA).
Ha expuesto de manera individual en diecisiete ocasiones en El Salvador y México. Ha participado en más de cien exposiciones colectivas en El Salvador, Costa Rica, México, Estados Unidos (Miami, Nueva York, Arizona, San Francisco y Washington, D.C.), Brasil, Ecuador, Bolivia, Argentina, España, Bélgica, Inglaterra, y Alemania. Entre sus exhibiciones más importantes se encuentran la Selección de Pintura Latinoamericana en el Museo de Arte Moderno de México (1990); la retrospectiva 10 años de trabajo en el Instituto Francés para América Latina (México D. F., 1992); 15 artistas salvadoreños en el Museo de Arte de las Américas de la Organización de Estados Americanos (OEA, Washington, D. C., 1992); Arte bajo presión en el Museo de la Universidad de Tempe, Arizona en 1995; Dioses, espíritus y leyendas en el Museo del Barrio en Nueva York (1999); la VI Bienal Internacional de Pintura en Cuenca (Ecuador, 1999); Nuestro grito cotidiano en el Emschertal Museum (Alemania, 2002) y la Exposición de Arte Latinoamericano en el Centro Nacional de Correos en Río de Janeiro (Brasil, 2005). Entre los premios otorgados a Bonilla se encuentran el Primer Lugar del Primer Festival Nacional de Arte en San Salvador en 1971, el Primer Premio de la Bienal de Pintura Iberoamericana celebrada en México, en 1988, y el Tercer lugar del Certamen Nacional “Benjamín Cañas” en San Salvador, en 1990.
Es uno de los artistas salvadoreños más cotizados y reconocidos en el ámbito internacional.