Valentín Thibon de Libian

El inconfundible e inimitable Thibon de Libian fue el pintor de los seres humildes. Como un cabal artista post-impresionista dio preeminencia a la expresión. No instauró con su estilo una verdad tibia sino una verosimilitud ardiente e hiperbólica.
Había estudiado en la Academia Nacional de Bellas Artes y luego viajó por Francia, Italia, Inglaterra y España. Siguió algunos cursos en Florencia, Liorna y Venecia.
Un acento muy personal caracterizó su pintura. Así como sus compañeros de generación fueron pintores de plein-air, este pintor tucumano rechazó el color local de su provincia natal y después de su experiencia francesa hizo cuadros de costumbres, escenas de circo, de music-hall, de cafetines y cantinas.
Fue absorbido completamente por los problemas de la luz en la figura resolviéndolos con acentos post-impresionistas en anécdotas con implicancias sociales.
Como los maestros finiseculares franceses buscó temas pictóricos en la tristeza, la resignación y las efímeras alegrías de los humildes.
En La fragua, como en La presentación y en Bambalinas, vemos un compendio de la vida que se desarrolla entre candilejas. Realizó una breve y valiosa obra como grabador y en 1925 ilustró el libro Las respuestas, de Arturo Lagorio.
Murió en 1931, a los 41 años.