Prilidiano Pueyrredon

Viajero infatigable, Prilidiano Pueyrredón (1823-1870) se formó en Europa y de regreso a Buenos Aires estableció sus talleres. Allí, como pintor profesional, trabajaba, mostraba su arte y enseñaba el oficio a sus discípulos. A esta misión pedagógica y a la práctica en el atelier, incorporó el interés por dar a conocer su obra en los medios gráficos de la época, además de exhibirla en espacios todavía informales.

Gracias a su padre, el General Juan Martín de Pueyrredón, quien había participado de las luchas por la Independencia, Prilidiano tuvo una relación cercana con los principales personajes de su época, que se transformaron en los comitentes de sus pinturas, en especial de los retratos. También pintó los diversos paisajes que recorrió, vistas europeas y la costa bonaerense, además de escenas de costumbres, donde representó personajes típicos, lavanderas, pescadores, y al gaucho en un amplio repertorio de tradiciones rurales.