BIOGRAFÍA

FRANCISCO ZÚÑIGA CHAVARRIA (San José, Costa Rica, 1912 – Tlalpan, Ciudad de México, 1998)

Era hijo del tallista y escultor Manuel María Zúñiga-Rodríguez, autor de imágenes religiosas y continuador de una tradición familiar de tallistas y escultores.
Contrajo matrimonio con la mexicana Elena Laborde y de esta unión nacieron sus hijos Ariel, Javier, y Marcela Zúñiga Laborde.

Trayectoria profesional

Entre 1928 y 1934 aprendió el oficio en el taller de su padre, Manuel Zúñiga. trabajó como ayudante en el taller familiar de escultura religiosa. En 1935 ganó el primer premio del Salón de Escultura en Costa Rica, con una imponente escultura en piedra que denominó La maternidad.
En 1927 ingresa en la Escuela de Bellas Artes de su ciudad natal. De 1928 a 1934 fue ayudante en el taller familiar de escultura religiosa. En 1935 consigue el primer premio del Salón de Escultura en Costa Rica, con una escultura en piedra sobre La maternidad.

Seducido por México, fijó en aquel país su residencia en 1936. Estudió diseño con Rodríguez Lozano y escultura con Oliverio Martínez, con quien colaboró para realizar los innovadores grupos escultóricos del monumento a la Revolución Mexicana. En 1938 fue nombrado profesor de la escuela de escultura y talla directa La Esmeralda, dirigida por Guillermo Ruiz, su fundador.

En el año 1937 viaja a México donde se radica definitivamente. Entra en la escuela de Escultura y Talla Directa ‘La Esmeralda’. En 1938 es contratado como profesor y es ayudante de Guillermo Ruiz fundador de la escuela, al que ayuda en la realización de monumentos públicos hasta 1942.

Formó parte del equipo que realizó los grupos escultóricos del monumento a la Revolución Mexicana de Oliverio Martínez. En el año 1943 participa en la organización del Taller Libre de Escultura. En 1946 trabaja en el monumento conmemorativo de la presa de Valsequillo-Puebla.

En 1947 contrae matrimonio con Elena Laborde y en 1950 forma parte del Grupo de Integración de Artes Plásticas, con el que realiza escultura integrada en arquitectura: fuente con altorrelieves La riqueza del mar (Veracruz). Realizó los relieves de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes en talla directa (1954). Fue jefe del taller de escultura monumental y talla en piedra del Centro Superior de Artes Aplicadas y Artesanías en 1957; año en que recibe el Primer Premio de Escultura en México.

En 1972 comienza sus trabajos con la litografía: La Juchiteca (1972), Madre e hija (1974), Niñas con panes (1980). Fue incluido en el libro 45 Mexican Artists de Virginia Stewart, publicado por la Stanford University Press en 1949. El 18 de diciembre de 1992, tras perder la vista dos años antes, recibe el Premio Nacional de las Artes de México.

El periodista Fernando González Gortázar lista a Zúñiga como uno de los 100 mexicanos más notables del siglo XX, y la Encyclopædia Britannica le llama «quizás el mejor escultor» del arte moderno mexicano.

Muerte
En 1990 perdió la vista pero continuó trabajando en terracota en su estudio personal.
Francisco Zúñiga falleció el 9 de agosto de 1998 en Tlalpan (cerca de la Ciudad de México).

Obras y monumentos

Para los estudiosos de su obra, la técnica de Zúñiga se distinguió básicamente por la mezcla que logró entre el Occidente europeo y las antiguas raíces indígenas, y la cultura popular y el urbanismo contemporáneo, que siempre caracterizaron sus pinturas.

Realizó numerosos monumentos, entre los que destaca el monumento al poeta Ramón López Velarde en 1951, un conjunto de bajo-relieves y de figuras levantado en la villa de Zapotecas; La richesse de la mer (La riqueza de la mar), en el puerto de Veracruz, o la fachada de la Secretaría de Comunicaciones.

Sus obras se han expuesto en Los Ángeles, San Salvador, San Francisco, Washington DC, Estocolmo, Toronto destacan El minero (1949) en Angangueo, Michoacán; La pesca y la cosecha (1952), entre otras. y en los museos San Diego Museum of Art, el Metropolitan Museum of Art, el Museo de Arte Moderno (de Nueva York), el Museo de Arte Moderno (de México), el Phoenix Art Museum (en Arizona), el Museo de Arte de Ponce (en Puerto Rico), y el Hirshhorn Museum (en Washington D. C.) están sus colecciones permanentes.

Estilo

Su personal estilo se caracteriza por la representación de recios y orgullosos personajes indígenas, sobre todo femeninos, como: El minero (1949) en Angangueo, Michoacán; La pesca y la cosecha (1952), Elena sentada (1966), Evelia sentada (1970), Juchiteca sentado y un canasto (1973), Yalalteca (1975), Tres generaciones (1985) y Orate (1987); en ellas utilizó como materiales el bronce, la madera, la piedra, el mármol o el ónix. También trabajó la litografía. Trabajó la litografía desde 1973.

Realiza en 1964 las fuentes La juventud y Física nuclear, en bronce para el Nuevo Chapultepec, México.

Realiza para el pueblo de Costa Rica entre 1976 y 1977 el Monumento al Agricultor y el grupo La familia en bronce. Trabaja de 1978 a 1981 cada año una temporada en Carrara, Italia. Esculpe para exposiciones en Estados Unidos y Europa. También se dedica a la gráfica en París y Barcelona.

Con su pieza Grupo frente al mar (1984) obtuvo el Premio Kotaro Takamura en la Tercera Bienal de Escultura de Japón y dos años más tarde, presentó una exhibición en el Museo de la Orangerie, de París. Realiza en bronce el grupo Tres edades, entre 1984 y 1985 para un parque público de la ciudad de Sendai, Japón. En 1987 fue nombrado académico de número de la Academia de Artes de México.

Premios

Primer Premio en 1935 del Salón de Escultura en Costa Rica, con La maternidad.
Primer Premio de Escultura del Instituto Nacional de Bellas Artes.
Premio Nacional de Ciencias y Artes en el área de Bellas Artes (1992).
Premio Kotaro Takamura en la Tercera Bienal de Escultura de Japón

FRANCISCO ZUÑIGA (SAN JOSÉ, COSTA RICA, 1912 - CIUDAD DE MÉXICO, 1998)

Francisco Zúñiga nació el 27 de diciembre de 1912 en San José, Costa Rica. Fue escultor, pintor, grabador y maestro de escultura. La mayor parte de su vida y carrera artística la desarrolló en México donde vivió a partir de 1936.

En 1920 inició el trabajo de ayudante de escultura en el taller de su padre, Manuel María Zúñiga Rodríguez, considerado uno de los mejores escultores de Costa Rica en esa época. Lo primero que Francisco Zúñiga aprendió fue a tallar la madera y la piedra. Realizaban principalmente figuras religiosas encargadas por las iglesias locales.

Tuvo acceso a revistas de arte y literatura que venían de España, como: Blanco y Negro y La Esfera, así como a artículos de Alejo Carpentier en la revista Carteles, y traducciones orales de textos en alemán de Simmel y Riegl que hacía Max Jiménez. Durante 1926-1927 acudió a la Escuela de Bellas Artes de Costa Rica como alumno regular, pero la abandonó por desacuerdos con los métodos de enseñanza del maestro español Tomás Povedano, lo que sin embargo fue importante en su formación.

En 1928, comenzó a pintar óleos y realizar pequeñas esculturas en madera de su propia invención. En 1930 talló su primera escultura en piedra. En 1931, ganó los primeros lugares en pintura y escultura de la tercera Exposición Nacional de Bellas Artes, en Costa Rica.

En 1932, se enteró del movimiento muralista de México. La revista Forma, publicada en México y otras publicaciones mexicanas editadas por la Secretaria de Educación de José Vasconcelos, se convirtieron en su principal fuente de información. Descubre a Diego Rivera, José Clemente Orozco y la escuela mexicana de talla directa. Pero no fue hasta 1936, en que Francisco Zúñiga decide mudarse a México de forma definitiva. Al llegar a la Ciudad de México se presentó con el pintor Manuel Rodríguez Lozano con una carta de un amigo en común, el escritor costarricense, León Pacheco. Trabajó en el taller de Rodríguez Lozano, así como en su taller en La Academia de San Carlos. Durante este período y hasta 1939 realizó unos treinta cuadros al óleo.

En 1937 ingresó como ayudante del escultor Oliverio Martínez y colabora con él en los trabajos del monumento a la Revolución Mexicana. En 1938 obtiene un puesto como ayudante en la escuela La Esmeralda. Es contratado como ayudante del escultor Guillermo Ruiz para la realización de obras monumentales para el gobierno del General Lázaro Cárdenas. Esto le permite acceder a la fundición de “Materiales de guerra”, en donde aprende la técnica de la fundición y conoce a Moisés del Aguila, con quien estableció una larga relación de trabajo. Formó la “Sociedad mexicana de escultores” con Guillermo Ruiz, Rómulo Rozo, Juan Cruz y Fidias Elizondo.

En 1939, gracias a la recomendación del maestro Oliverio Martínez, Francisco Zúñiga lo sucede en la cátedra de escultura en La Esmeralda, colaboración que cesará hasta 1970. En 1945 fue nombrado director del departamento de terracota, en donde realiza intenso trabajo hasta 1954. Entre sus discípulos se encuentran escultores y pintores como Manuel Felguerez, Pedro Coronel, Jorge Dubón y otros.

En 1947 contrajo matrimonio con Elena Laborde, con quien tuvo tres hijos. En 1954 se instaló en Tlalpan, en donde tiene por primera vez un estudio propio y en donde vivió hasta el final de su vida. Tuvo una vida muy productiva, realizó un gran número de esculturas en mármol, ónix, piedra, madera y bronce, así como dibujos en acuarela, crayón, carbón, pastel, y sanguina. Los pocos óleos que realizó fueron de su período temprano. También realizó un gran número de grabados.

La temática que predominó en su obra fue la mujer indígena, el desnudo y en algunas ocasiones la figura masculina. Según palabras del propio artista: “Tal vez mi mundo sea el de la representación indígena femenina y de poses que están en relación con viejas culturas de Mesoamérica, lo que es una motivación emocional imperante y de la cual reafirmo justamente un lado irracional, los valores psicológicos, la herencia. Relaciono todo esto simbólicamente con lo geológico, lo terráqueo del origen, más aún, lo erótico. De ahí la exageración de los pechos, los vientres, las caderas. La naturaleza en ese sentido es inagotable porque la vida crece y muere. Las figuras en cuclillas son una masa esférica sustentada por dos puntos de apoyo: las piernas flexionadas. Este es el tema del quehacer cotidiano, y hasta el de parir. Las figuras recostadas, somnolientas o relajadas con una marcada sensualidad de animal echado. Las figuras sentadas como pirámides o ausentes orantes. Trato de captar todo ese mundo intemporal, esa resistencia que hace de México uno de los grandes pueblos de la tierra. Las figuras de pie, la verticalidad, características del hombre diferenciándolo de otras especies. Es importante la caja de la cadera, especie de concha sustentada en las columnas de las piernas, que a su vez sustentan la columna vertebral y remata ese eje central, la cabeza. Los paños o rebozos, tienen una función: la de velar parte de la figura, o recalcar una forma o saliente, de equilibrar o continuar un ritmo en la composición. En los grupos, las caderas trazan un eje horizontal de apoyo al conjunto, los espacios como volúmenes negativos, lo que en cinematografía se llama fuera de cuadro, las oquedades o las salientes firmes, toda esa construcción está pensada, calculada. De primordial importancia es la luz que ilumina o resalta las formas definiendo las oquedades y los planos salientes, las texturas rugosas o pulidas según el material”.

Realizó varias esculturas, monumentos, y estatuas por encargo de gobiernos de diferentes estados de México. Presentó sus obras en diversas exposiciones colectivas e individuales, tanto en galerías y museos de México como del extranjero.

Francisco Zúñiga falleció el 9 de agosto de 1998 en la Ciudad de México.

(Fuentes consultadas: Francisco Zúñiga, Catálogo razonado, Volumen I, por Albedrío en asociación con Fundación Zúñiga Laborde, A.C.)