Fernando Botero

El pintor latinoamericano más célebre de las últimas décadas.
En el arte latinoamericano de la segunda mitad del siglo XX, no hay figura que se compare a Fernando Botero. Este prolífico pintor colombiano –el más colombiano de todos, según el artista mismo– ha creado un estilo único que lo ha convertido en el artista vivo más expuesto y uno de los más cotizados a nivel mundial.
Su peculiar estilo, llamado ‘boterismo’, se caracteriza por figuras regordetas en diversos escenarios y situaciones; sin embargo, Botero ha señalado que él no pinta “personas gordas”, sino volumen. Este elemento, combinado con una estética colorida y amable, ha hecho que sus inolvidables piezas de arte figurativo sean reconocibles alrededor del mundo.
Nacido el 19 de abril de 1932 en Medellín, Colombia, Botero creció rodeado de la arquitectura colonial española y de los artefactos precolombinos. Inicialmente educado como matador, el artista abandonó la profesión después de dos años para dedicarse al arte. Viajando a Europa a principios de la década de 1950, copió obras de Francisco de Goya y Diego Velázquez en el Museo del Prado de Madrid y estudió las pinturas de Paolo Uccello y Piero della Francesca en Italia. En 1960, el artista se mudó a Nueva York, donde experimentó con las pinceladas gestuales de los pintores de la Escuela de Nueva York de la época. Esta elegancia estilística duró poco y en la década de 1970 Botero se había acostumbrado a la técnica por la que ahora es conocido.
A partir de 1983, Botero comenzó una serie de exposiciones a través de todo el mundo que aún hoy no acaba. Es así como sus obras son expuestas y por supuesto conocidas en ciudades como: Londres, Roma, San Francisco, Filadelfia, Boston, Chicago, Basilea,Buenos Aires, San Juan de Puerto Rico, Berlín, Munich, Fráncfort, Tokio, Milán, Nápoles, París, Montecarlo, Madrid, Moscú, Viena, Ciudad de México, Caracas, entre muchas otras ciudades que no se alcanzaría a mencionar, pues su obra ha pasado por la mayoría de países europeos y americanos.
Botero es uno de los pocos artistas que expone sus obras en varias de las avenidas y plazas más famosas del mundo, como los Campos Elíseos en París, la Gran Avenida de Nueva York, el Paseo de Recoletos de Madrid, la Plaza del Comercio de Lisboa, la Plaza de la Señoría en Florencia y hasta en las Pirámides de Egipto.
El artista actualmente vive y trabaja entre París, Francia, Grecia y Pietrasanta, Italia.
Legado
Botero se considera a sí mismo el artista vivo más expuesto del mundo. Sus obras se encuentran y forman parte de las colecciones del MoMA de Nueva York, el Instituto Smithsoniano de Washington D.C, el Museo Reina Sofía de Madrid y el Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires, entre otros. Sus esculturas decoran espacios públicos y privados de todo el mundo, desde el aeropuerto de Madrid hasta un complejo de rascacielos en el centro de Singapur. Hoy en día, el mayor conjunto de obras de este pintor se encuentran en el Museo Botero, ubicado en Bogotá, Colombia. Este recinto, que abrió en el año 2000, exhibe 123 piezas de creadas por el artista y 85 obras de arte internacional de su colección personal.
“He tenido la fortuna de vivir siempre del arte. No he tenido que hacer nada diferente y es lo que más agradezco”, le dijo a la revista Soho. A pesar de su avanzada edad, Fernando Botero continúa trabajando todos los días en su estudio. “Yo solo quiero seguir trabajando, hasta el último día de mi vida”.
Fernando Botero falleció el 15 de setiembre en Mónaco, tenía 91 años.