Antonio Seguí
BIOGRAFÍA
ANTONIO SEGUÍ (Córdoba, Argentina, 1934 - Buenos Aires, 2022)
"Mientras existan hombres que tengan las mismas necesidades que las mías existirá la pintura"
Antonio Seguí fue uno de los más importantes artistas argentinos del siglo XX.
A lo largo de su carrera realizó litografías, fotograbados, aguafuertes, aguatintas, serigrafías, carbolitografías, linograbados y carborundums. Los hombres con sombrero son frecuentes en su obra.
Imposible mencionar su nombre sin imaginar casi al instante a sus miles de hombrecillos yendo de un lado para el otro, con sus sombreros y portafolios de señores importantes, apurando el paso para llegar, vaya uno a saber a qué importantísima reunión. Pasos que adquieren el sonido de lo gris, repetitivo, desesperante y absurdo del movimiento mismo de una ciudad perdida en su cotidianeidad urbana. Perdida en ese no sé qué irrefrenable que algunos llaman rutina y otros inercia. En ese micromundo que no cesa jamás, en ese calabozo lleno de incertidumbres y pequeños zapatos, Antonio Seguí nos presenta, con ironía y humor, el fantasma moderno que no abandona nunca nuestras espaldas.
Seguí nació el 11 de enero de 1934 en Villa Allende, Córdoba, y desde 1963 estaba radicado en París, donde fue nombrado Caballero de la Orden de las Artes y las Letras por el gobierno, y era miembro de la Academia Europea de Ciencias, Artes y Letras de Francia.
A los diecisiete años emprendió su primer viaje a Europa, donde asistió como alumno libre a la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando (Madrid) y a la École des Beaux-Arts de París. Al visitar los museos europeos recibió influencias de Goya, Daumier y Gutiérrez Solana, entre otros.
Antonio Seguí representó a nuestro país en la Bienal de Venecia, ganó decenas de premios internacionales y sus obras forman parte de casi 100 colecciones públicas en todo el mundo, entre las que se encuentran las del MOMA, en Nueva York; y el Centro Nacional de Arte y Cultura Georges Pompidou, en Francia.
Algunas de esas obras, incluida una serie de 16 carborundums, fueron donadas por el artista al Museo Nacional del Grabado, donde integraron la exposición “Antonio Seguí. Grabados del patrimonio, colecciones y donación” presentada en el año 2020.
En 1988 creó el Centro de Arte Contemporáneo en el Chateau Carreras, Córdoba, Argentina. La serie de esculturas La Familia Urbana, realizadas en los años '90, son un hito urbano de Córdoba y se encuentran emplazadas en distintos puntos de la capital provincial. Esculturas similares del artista también pueden encontrarse en espacios públicos en Colombia, Italia, Marruecos, Francia, Bélgica y Portugal.
Antonio Seguí falleció en Buenos Aires, en 2022.
La obra de Antonio Seguí despliega su poética al menos en dos sentidos: el que exhibe la poesía que hay en todo su trabajo, pero también sus principios de organización del espacio, las propias reglas de composición. Algunos de los motivos que obseden al artista son los paisajes y escenas urbanas, con los característicos y autorreferenciales peatones de sombrero, junto a animales, autos, edificios, que se yuxtaponen junto con otros elementos ciudadanos.
En la obra de Seguí se pone en juego el paradigma de la ciudad como gran máquina moderna y como símbolo de la sociedad de masas. El artista construyó un espacio marcado por el horror al vacío, con pocos blancos. Al encierro y la soledad entre multitudes se suma un mecanismo de repeticiones infinitas, de figuras y movimientos: procesos de múltiples sincronías, cortes transversales que marcan el pulso de la ciudad en un fragmento temporal y visual.
En relación con la incorporación de ciertos elementos de la historieta, es posible ver en gran cantidad de sus obras un tratamiento generalizado de carácter caricaturesco, distante y entrañable al mismo tiempo, donde se disimulan los componentes dramáticos más inmediatos.
El gran pintor, grabador y dibujante ganó, entre muchas otras distinciones, el Premio Bibliofilia, Office de Promotion de I'Edition Francaise, París (en 1978); la Medalla de Honor de la VIII Bienal de Grabado, Cracovia (en 1980); el Premio VII Bienal de San Juan, Puerto Rico (en 1986); el Premio Di Tella, Buenos Aires (en 1989) y el Gran Premio Fondo Nacional de las Artes, Buenos Aires (en 1990). Seguí obtuvo varias veces el Premio Konex. En 1991 Seguí presentó una gran muestra retrospectiva en el Museo Nacional de Bellas Artes.
En la obra de Seguí hay un elemento fuertemente paródico y al mismo tiempo reflexivo, sobre el mundo contemporáneo, sin perder de vista que ese mundo consiste en la universalización de su Córdoba natal y de su entrañable Argentina.
Por Fabián Lebenglik