Por medio de la combinación de un repertorio afroamerindio y procedimientos europeos, la obra de Valentim persigue la idea de una soberanía nacional brasileña, que se refleja en el valor de los conocimientos ancestrales, sobre todo los negro-africanos.

RUBEM VALENTIM (Salvador de Bahía, Brasil, 1922 – São Paulo, 1991)

Escultor, pintor, grabador, profesor. Comenzó en las artes visuales en la década de 1940 como pintor autodidacta. Entre 1946 y 1947 participa en el movimiento de renovación de las artes plásticas en Bahía, con Mario Cravo Júnior (1923) , Carlos Bastos (1925) y otros artistas. En 1953 se graduó en periodismo en la Universidad de Bahía y publica artículos sobre arte. Vive en Río de Janeiro entre 1957 y 1963, donde se convierte en profesor asistente de Carlos Cavalcanti en el curso de historia del arte en el Instituto de Bellas Artes. Vive en Roma entre 1963 y 1966, con el premio viaje al extranjero, obtenido en el Salón Nacional de Arte Moderno-SNAM. En 1966 participa en el Festival Mundial de Artes Negras en Dakar, Senegal. Al regresar a Brasil, vive en Brasilia y enseña pintura en el Atelier Libre del Instituto de Arte de la Universidad de Brasilia-UnB. En 1972, realizó un mural de mármol para el edificio de la sede de Novacap en Brasilia, considerado su primer trabajo público. El crítico de arte Frederico Morais elaboró ​​en 1974 el audiovisual El arte de Rubem Valentim. En 1979, Valentim realiza una escultura de concreto aparente, instalada en la Praça da Sé, en São Paulo, definiéndola como el Marco Sincrético de la Cultura Afrobrasileña. En el mismo año, fue nombrado por un comité de críticos para realizar cinco medallones de oro, plata y bronce, para los cuales recrea símbolos afrobrasileños para la menta brasileña. En 1998, el Museo de Arte Moderno de Bahía-MAM / BA inaugura la Sala Especial Rubem Valentim en el Parque de Esculturas.
Comentario crítico
Rubem Valentim, comienza su trabajo como pintor en la década de 1940, como autodidacta. Desde el comienzo de su producción, ha habido un gran interés en las tradiciones populares del noreste, como, por ejemplo, la cerámica Recôncavo Baiano. Desde la década de 1950, el artista tiene como referencia el universo religioso, especialmente el relacionado con el candomblé o umbanda, con sus herramientas de adoración, estructuras de altar y símbolos de los dioses. Estos signos o emblemas son originalmente geométricos. En su trabajo, están reorganizados por una geometría aún más rigurosa, formada por líneas horizontales y verticales, triángulos, círculos y cuadrados, como señaló el historiador de arte Giulio Carlo Argan. Así, el artista compone un repertorio personal que, combinado con el uso creativo del color, abre varias posibilidades formales. Además de la pintura, a fines de la década de 1960 comenzó a hacer murales, relieves y esculturas monumentales en madera, permaneciendo siempre constante en su poética. En 1977, en la XVI Bienal Internacional de São Paulo, presenta el Templo de Oxalá , con relieves y objetos emblemáticos blancos. Por referencia al universo simbólico, algunos estudiosos aproximan sus obras a las de otros abstractos latinoamericanos, como el uruguayo Joaquín Torres-García (1874-1949).