La carrera de Raúl Lozza de sesenta años como pintor estuvo dedicada a la exploración y al desarrollo radical del Concretismo, como fue definido por pintores europeos antes e inmediatamente después de la II Guerra Mundial.

“La mejor forma de avanzar hacia la realidad desconocida es andar contra la corriente del lugar común.”

«Al margen de los valores que pueda presentar mi labor, y sin dejar de reconocer la importancia creadora de esos antecedentes (las experiencias de la Asociación Arte Concreto-Invención), pude revertir decisivamente, en 1947, el método tradicional de crear espacios ilusorios que destruían la realidad bidimensional»

Lozza elaboró «un nuevo sistema basado sobre la fidelidad al plano y a la norepresentación absoluta. Mis pinturas concretas no responden al concepto de abstractas, geométricas, no objetivas ni al constructivismo. Lo mío es, sencillamente, arte concreto presentado por imperio de una transformación estructural, relacional, esencial y comprometida, que permite enriquecer en cuanto a morfología y de manera sustantiva, la facultad creadora del hombre». He aquí, sintéticamente expresado, el origen del Perceptismo.

Raúl Lozza, nació en Alberti, provincia de Buenos Aires el 27 de octubre de 1911. Fue un pintor, teórico y propulsor de la pintura concreta. Comenzó a pintar en su adolescencia y expuso por primera vez a los 17 años. Hasta el año 1936 colaboró en diarios y revistas con sus escritos y dibujos sobre temas sociales y de protesta. A partir de dicho año inició su actividad en diseño publicitario. En 1945, participó de la creación de la Asociación de Arte Concreto-Invención, integrando su secretariado y la dirección de su revista. En 1947, luego de una rica experiencia adquirida en la Asociación, se apartó de la entidad para continuar sus investigaciones en pos de eliminar todo ilusionismo en la pintura y pasar de lo abstracto a lo concreto. A través de más de 60 conferencias y centenares de artículos publicados dio a conocer su método creativo. Participó de numerosas exposiciones individuales y colectivas, tanto en el país como en el exterior. Entre los principales premios que recibió, podemos destacar: Medalla de Oro de la Cámara de Diputados de la Nación (1971); Distinción del Premio Fortabat (1986); Premio Palanza (1991); Diploma al Mérito y Estatuilla de Platino, Fundación Konex (1992); Premio Fortabat (1997) y el Premio Leonardo, Museo Nacional de Bellas Artes (1998). Murió en Buenos Aires el 27 de enero de 2008, a los 96 años.