Latinoámerica: volver al futuro recorre una topografía de conexiones insospechadas entre los proyectos modernizadores regionales y las prácticas artísticas contemporáneas. Desde las obras concretas de la década de 1950 hasta las relecturas de aquel legado en el presente, la muestra articula un vasto umbral geográfico y temporal en el que emergen un conjunto de supervivencias y retornos que hacen estallar cualquier concepción lineal del transcurrir temporal.
¿Cómo establecer un mapa de relaciones entre los proyectos modernizadores latinoamericanos de mediados del siglo XX y el actual horizonte cultural en el que conviven diversas prácticas artísticas? Latinoamérica: volver al futuro es una exhibición que altera las cronologías y pone en crisis los linajes más recurrentes para dar a ver una topografía de conexiones insospechadas y contigüidades antes soslayadas. Se trata de una muestra que articula un vasto umbral geográfico y temporal en el que emergen un conjunto de supervivencias y retornos que hacen estallar cualquier concepción lineal del transcurrir temporal.
Entre las décadas de 1940 y 1960 desembarcó definitivamente en Latinoamérica el proyecto de las vanguardias constructivas. En una región libre de los traumas de la guerra que asolaron el viejo continente, la herencia concretista parecía encontrar su tierra prometida: un escenario en el que refundar los lenguajes, las artes, las ciencias, las industrias, los Estados, las ciudades, es decir, todos los entornos imaginarios y materiales en los que transcurre la vida cotidiana. Este movimiento pronto encontró una divisa capaz de enlazar la indagación artística y el progreso material: el vínculo entre experimentación y desarrollo. Pero al final de la década de 1960 y comienzos de la de 1970 aquel optimismo modernizador halló su límite. Las tensiones de la guerra fría, el endurecimiento de la represión estatal y la radicalización política hicieron colapsar los consensos que sustentaban aquel proyecto desarrollista.
La contemporaneidad se ha caracterizado por una experiencia espacializada del tiempo, un presente perpetuo poblado de caleidoscópicos fragmentos que ya no se encuentran animados por el vector teleológico del futuro. Acaso nuestra única percepción en común del porvenir sea la visión de la catástrofe ecológica, económica y cultural que nos muestra la ciencia ficción. En este panorama, Latinoamérica: volver al futuro se interroga por las huellas de los proyectos modernizadores en la producción artística actual. ¿Cómo repensar aquellas indagaciones sobre la visualidad cuando la noción de novedad se ha desactivado? ¿De qué modo enfrentar las fantasmagorías del modernismo diseminadas en entornos ahora ruinosos? ¿Cuáles estrategias implementar para hacer inteligible un tiempo proliferante y caótico como el que marca nuestro horizonte presente?
– Federico Baeza
Contaremos con obra de Roberto Aizenberg, Manuel Álvarez, Sergio Avello, Amadeo Azar, Carla Bertone, Gabriela Böer, Erica Bohm, Martha Boto, Juan Sebastián Bruno, Valeria Calvo, Ulises Carrión, Emilio Chapela, Lothar Charoux, Marta Chilindrón, Marcelo Cidade, Marcos Coelho Benjamim, Elías Crespín, Carlos Cruz Diez, João José Da Silva Costa, Mariano dal Verme, José Dávila, Marcolina Di Pierro, Verónica Di Toro, Lucio Dorr, Manuel Espinosa, Maria Freire, Marcius Galan, Andrea Galvani, Silvia Gurfein, Graciela Hasper, Carlos Huffman, Enio Iommi, Daniel Joglar, Irina Kirchuk, Gyula Kosice, Marlena Kudlicka, Guillermo Kuitca, Silvana Lacarra, Estefanía Landesmann, Federico Lanzi, Lux Linder, Los Carpinteros, Raúl Lozza, Macaparaná, Víctor Magariños, Marco Maggi, María Martorell, Nicolás Mastracchio, Julia Masvernat, Miguel Mitlag, Ascânio MMM, Iván Navarro, Marie Oresnanz, Damián Ortega, Alejandro Otero, Matilde Pérez, Gilda Picabea, Rogelio Polesello, Déborah Pruden, Martina Quesada, Inés Raitieri, Kazuya Sakai, Zilia Sánchez, Tomás Saraceno, Mariela Scafati, Mira Schendel, Analía Segal, Gabriel Sierra, Pablo Siquier, Juan Sorrentino, Julián Terán, Ana Tiscornia y Osias Yanov.