JESÚS RAFAEL SOTO (Venezuela, 1923-Francia, 2005)
Jesús Soto fue una de las figuras principales del arte cinético, Durante su carrera, desempeñó un papel crucial en la redefinición del alcance y función social de la obra de arte a partir de la investigación de la unidad espacio-temporal del objeto plástico. Soto logra crear obras accesibles a todas las personas, sin marcar las diferencias de edad o capital cultural del espectador, apelando a la experiencia misma del sujeto en relación al objeto artístico.
Síntesis biográfica
Jesús Soto asistió a la Escuela de Artes Plásticas y Aplicadas de Caracas de 1942 a 1947. En 1950 se trasladó a París donde experimentó con la abstracción geométrica, primero bajo la influencia de Mondrian y más tarde adaptando los principios musicales de la dodecafonía o las series de doce tonos a las artes visuales. Formó parte de Los Disidentes, un grupo de artistas de la diáspora venezolana que buscaban renovar la plástica de su país. Si bien ha sido comúnmente asociado con el Op art, la obra de Soto se caracteriza más bien por el continuo estudio del movimiento y la dematerialización de la forma, produciendo construcciones de carácter cinético en las cuales la participación activa del espectador se vuelve clave. Participó en la exposición «Le mouvement» (Galerie Denise René, París, 1955), uno de los momentos fundacionales de aquel estilo. Entre 1955 y 1957, utilizó el plexiglás para obtener una superposición de entramados que, al desplazarse el observador, producía efectos de vibración.
Entre las obras de ese período se encuentra la serie «Vibraciones», (obras realizadas a partir de la superposición en varios planos de tramas y objetos móviles que crean infinitas posibilidades de vibraciones y variaciones), que comenzó en 1957, y que le valió el Premio Nacional de Pintura, Venezuela, en 1960.
En 1967 Jesús Soto hizo el primer Penetrable, una obra de gran tamaño hecha con tubos colgantes de plástico o metal que permitía a la gente entrar en ella, permitiendo la interacción del espectador y la obra de arte. Ese año también construyó su primer Volumen suspendido para la Exposición Internacional y Universal de Montreal. En 1969 inició las Progresiones, grandes extensiones de espacio ocupadas por ramitas de aluminio que colgaban o se apoyaban en el suelo. Además de sus cualidades cinéticas e interactivas, estas nuevas obras eran adecuadas para espacios arquitectónicos, un aspecto que Soto comenzó a explorar. A partir de 1975, realizó numerosas obras integradas en la arquitectura. Una de ellas, Volume virtual suspendu (Royal Bank of Canada, Toronto, 1977), fue la primera de una nueva serie, «Volúmenes virtuales», en la que las formas tridimensionales parecen flotar sin soporte, gracias a las ilusiones cromáticas de sus hilos o varillas. En esta época se realizaron varias exposiciones retrospectivas de la obra de Soto, entre ellas las presentadas en el Museo de Arte Moderno de la Ciudad de París (1969), el Museo Guggenheim (Nueva York, 1974) y el Centro Pompidou (París, 1979).
A principios de los 80, comenzó a desarrollar la serie Ambivalencias, en la que colocó, cuadrados de diversos tamaños y colores en un plano, produciendo una ambigua representación del espacio y la profundidad. En esta época, Jesús Soto realizó algunas de sus obras más importantes integradas en la arquitectura, como el Volumen Virtual (Centro Pompidou, 1988), la Gran esfera de Seúl (Parque Olímpico, Seúl, 1988) y la Bandera de Bienvenida (Torre Fénix, Osaka, Japón, 1995). En 1995 recibió el Premio Nacional de Escultura, Venezuela y en 2000 presentó Clásico y moderno, una retrospectiva organizada por la Fundación Corp Group Centro Cultural (Caracas).