“El lenguaje plástico del aventajado estudiante popular y acusador, punzante, dolido y místico; sus figuras pintadas con trazos de colores melancólicos evocan seres deprimidos, que se estiran y encorvan. Esa retórica lleva a Aráuz a la máxima libertad pictórica, sustentada en el existencialismo ideológico y en una verdad que no era sino el cimiento cósico de la obra, es decir, la materia” (Inés Flores, Revista Diners 176, enero / 97).

FÉLIX ARÁUZ BASANTES  (Guayaquil, Ecuador, 1935)

A los 22 años asistió a la Escuela de Bellas Artes, donde fue instruido por César Andrade Faini, quien se destacó por sus exquisitos paisajes. Desde 1966 Arauz es profesor en la Escuela de Bellas Artes de Guayaquil. Posteriormente, en 1967, Arauz se casó con Nila Villafuerte Estrada, hermana de otro famoso artista guayaquileño, Juan Villafuerte. Ese mismo año fue invitado a viajar a los Estados Unidos de América con una beca, recorriendo los museos y galerías de todo el país. Lo acompañaron Jaime Villa y Gilberto Almeida, quien formó parte del grupo de artistas VAN .

El arte de Aráuz se estaba volviendo conocido. Jaime Andrade, un amigo, organizó la exhibición de dos de las pinturas de Aráuz en la Galería Kromex de Nueva York y la Unión Panamericana en Washington en 1970. A finales de la década de los años 1980, su trabajo había cambiado hacia una transformación provechosa, seguía siendo igual en fantasía pero sus personajes teístas habían dado paso a la ternura, creando un Mundo más expresivo y audaz en el dibujo y más latinoamericano en sus colores. En 1987, su amiga Eloísa Melo, tan unida a su cuñado Juan, le invitó a visitar su casa en Basilea (Suiza) donde expuso para sus amistades, después viajó a Bruselas y estuvo con Víctor Barros, en París vio a José Carreño; fueron días de reminiscencia y gratos recuerdos que aún conserva. Continúa sirviendo como profesor en la escuela de bellas artes, además de pintar en su estudio.

A lo largo de los años, Félix Aráuz ha recibido muchos reconocimientos por sus excepcionales obras de arte. Recibió el Primer Premio Salón Nacional de Octubre en Guayaquil en 1963 y 1972, así como el Segundo Premio en 1965 y 1969. En 1968 recibió el Gran Premio Medalla de Oro del Salón Nacional Julio, seguido del Gran Premio Salón Julio en 1971 y el Segundo Premio Salón Nacional Julio en 1975. Posteriormente recibió la Medalla de Oro al Mérito Artístico de la Municipalidad de Guayaquil en 1981. Finalmente, por los 90 reaparecieron nuevas formas de paisajes, flores y bodegones, que alternando con los  “árboles cabeza”, han identificado la obra del maestro en la última década del milenio. Fue por eso, y en reconocimiento a sus más de 40 años de trabajo creativo, que en 1996, la Asociación Cultural “Las Peñas” lo premió con el “Pincel de Oro”.