Coppini llega con el gran flujo inmigratorio al Río de la Plata, en el momento que la clase dirigente del país está decidida a afianzar los sentimientos de nacionalidad y a “crear” una tradición patria a través de la producción iconográfica histórica.

FAUSTO COPPINI   (Milán, Italia, 1870 – Buenos Aires, Argentina, 1945)

Nace en Milán el 15 de febrero de 1870. Vive en Lugano, al cuidado de sus abuelos. Estudia y se gradúa con honores en la Real Academia de Brera de Milán, realizando aquí sus primeras presentaciones en la Exposición de la Sociedad Permanente de Bellas Artes de Milán (1886). Egresa de la Academia en 1887 y a los 17 años viaja por primera vez a la Argentina a encontrarse con sus padres. Visita Chile y Perú y vuelve a Italia donde permanece un algún tiempo. En 1891, regresa definitivamente a Buenos Aires, a un país del que “se enamora”, según sus biógrafos.
Al arribar a Buenos Aires, se conecta con la Academia de Bellas Artes y el Ateneo, participando en la creación de la “Colmena Artística” junto a Vicente Nicolau Cotanda, Decoroso Bonifanti y Nazareno Orlandi.
Durante quince años enseña dibujo en el colegio Inglés de Don Alejandro Watson Hutton e inicia el curso de arte decorativo para niñas en la Escuela de Educación Industrial, (1911-1936)
Instala su taller del Bon Marché en la actual Galerías Pacífico, pinta y enseña. Son sus discípulos Ceferino Carnacini, Ángel Vena, Rodolfo Franco, Atilio Malinverno y Gastón Jarry. Su obra abarca el retrato, la naturaleza muerta, el paisaje y las composiciones históricas.