Su obra parte de la abstracción postcubismo y constructivismo geométrico, para avanzar luego con una gestualidad afín al informalismo, con gruesos empastes matéricos.

Yente es el nombre con el que la llamaba su familia y es el seudónimo artístico de Eugenia Crenovich, quien nace en Buenos Aires en 1905. Es de una familia judía originaria de Ucrania. Pintora, ilustradora y ensayista, estudia Filosofía en la Universidad de Buenos Aires, de donde egresa en 1932. Yente es la primera mujer que desarrolla la abstracción en la Argentina, pero a pesar de su condición de pionera su nombre no trascendió del círculo de conocedores. Realiza prácticas artísticas en el taller de Vicente Puig en Buenos Aires y en la Escuela de Bellas Artes de la Universidad de Santiago de Chile. Allí asiste, entre 1933 y 1935, al taller de pintura y composición de Hernán Gazmuri, estudios que continúa en el taller libre, abierto por el pintor chileno. En 1935 se relaciona con Juan Del Prete, y desde 1937 –sin desdeñar la figuración que, en forma paralela, cultiva a lo largo de toda su vida– participa en los inicios de la abstracción en la Argentina, y se constituye así en la primera artista mujer de nuestro país que adhiere a esta corriente. Cuando trabaja en el taller de la calle Arenales (año 1945) comienza a usar como soporte celotex, un aglomerado barato para hacer obras geométricas desvastando el material. Esos diseños de impronta textil tienen una memoria americanista precolombina: son un repertorio de imágenes que circulaban por el ambiente del arte, una suerte de esperanto plástico. De 1957 a 1958 realiza tapices abstractos con lanas e hilos de colores combinados con pintura. A partir de 1957 se vuelca hacia el “impresionismo abstracto”, una pintura no figurativa de conformación libre, resuelta con breves pinceladas empastadas que hacen vibrar la superficie del cuadro. Recurre al collage desde los años 40 con el propósito de introducir acentos texturales a su pintura –sobre todo en sus libros ilustrados– y, a partir de los años 60 lo utiliza en forma decidida, aprovechando las calidades expresivas y connotativas de los más diversos materiales encontrados, muy particularmente, en su entorno familiar. Su obra, plena de sugerencias, atraviesa diversas fases que la vinculan tanto al post-cubismo y al constructivismo geométrico como a la abstracción libre. Más tarde practica una gestualidad propia del informalismo, en la que emplea los gruesos empastes de una materia densa y expresiva pero –contradiciendo las características del movimiento– sus colores son brillantes, matizados con tonalidades sutiles y finas transparencias. La figuración está en el origen de su producción y la mantiene a lo largo del tiempo, y así conserva siempre una inclinación por el dibujo de trazo preciso y acabado delicado. Exhibe los recursos de un lenguaje elaborado y probado en técnicas como el dibujo, la pintura, los relieves y objetos, el collage y el tapiz.

Eugenia Crenovich, fallece en Buenos Aires el 28 de noviembre de 1990.