Su pintura fue siempre fruto de una indagación íntima, no pareció permeable a lineamientos de una escuela estética definida ni a las sucesivas mutaciones del arte.

ENRIQUE POLICASTRO   (Buenos Aires, Argentina, 1898 – 1971)

Pintor autodidacta y antiacadémico, alcanzó con economía de medios una pintura ambiental, poblada de cierta ingenuidad especialmente en sus representaciones humanas a la vez que intimista, despojada de espectacularidad o embellecimiento, donde todo era sugerido: la densidad de sus paisajes pampeanos y norteños, a veces acompañados de algún elemento que recuerda la presencia humana, como así también sus visiones de los barrios marginales y de sus habitantes.

A partir de 1918 comienza a participar de exposiciones y en 1925 hace su primer envío al Salón Nacional de Bellas Artes con su obra La Obrerita.

Concurre a muchos de los salones oficiales, obteniendo numerosos galardones, entre ellos: Premio Municipal de 1929; Primer Premio de la Comisión Nacional de Bellas Artes de 1930; Primer Premio del Salón de Rosario y Santa Fe, entre otros.