En 1964, la poética abstracta y matérica cobra formas concretas en la etapa de las puertas y moradas, obras que recrean viejos y enmohecidos postigos, retablos y puertas.

Elsa Gramcko (Venezuela, 1925–1994) fue  pintora y  escultora venezolana.

De familia de origen alemán, desde muy niña estuvo en contacto con las artes.

De formación mayormente autodidacta, frecuentó cursos libres en 1946, en la recién fundada Facultad de Humanidades de la UCV, y al año siguiente contrae matrimonio con el fotógrafo Carlos Puche. En 1955 asiste como oyente a las clases que dictaba Alejandro Otero en la Escuela de Artes Plásticas y Aplicadas y participa en las tertulias de la Librería Cruz del Sur, donde había un vivo interés por la corriente abstracto-geométrica. Su pintura abstracta de inicios de los años cincuenta (los llamados Juegos de formas abstractas, 1954), tiene un marcado carácter experimental e intimista.

A partir de 1956 inicia sus trabajos de la llamada etapa geométrica. En 1960 realiza la etapa de la textura y el negro, en la cual la oscuridad y los relieves de la superficie recrearán una suerte de paisaje lunar o de “noche telúrica”

En 1963 realiza una serie de trabajos que llamó Experimentos de abstracción lírica sobre madera y sus Acumuladores y engranajes, piezas donde un elemento industrial cautiva el primer plano de la composición, sobre un fondo matérico realizado con el empleo de acumuladores de baterías y óxidos.

En 1964, la poética abstracta y matérica cobra formas concretas en la etapa de las puertas y moradas, obras que recrean viejos y enmohecidos postigos, retablos y puertas; además de extrañas y misteriosas construcciones, realizadas, generalmente, con técnicas desarrolladas en la etapa anterior; sin duda, uno de los momentos más felices en la producción de la artista. Con estas obras, 14 piezas realizadas con materiales diversos, representó al país, junto a Jesús Soto, Luisa Palacios y otros artistas, en la XXXII Bienal de Venecia (1964).

En 1967 inicia la serie de Esculturas, a partir del relieve, y participa en la exposición “La escultura y sus posibilidades” (Museo de Ciencias, Caracas, 1967). En esta serie retoma el espíritu constructivista de la década anterior y trabaja con metales cromados. En 1968 recibe el Premio Nacional de Escultura por Abraxas (hierro y cobre cromados, colección GAN).

Elsa Gramcko abandonó el trabajo plástico, por razones de salud, en 1979.