Su vuelo intelectual lo llevó a transitar por el cubismo, el expresionismo, el surrealismo y hasta por el abstraccionismo.

CAMILO EGAS      (Quito, Ecuador, 1889 – Nueva York, USA, 1962)

Originario de la ciudad de Quito, Camilo Alejandro Egas Silva es considerado el pionero del Arte Indigenista en Ecuador. Demostró sus grandes habilidades como dibujante desde temprana edad, por lo que ingresó en 1905 a la Escuela de Bellas Artes de la ciudad. En 1911, el gobierno nacional le otorgó una beca para realizar estudios de arte en la Real Academia de Roma, donde adquirió conocimientos en el Modernismo y logró un premio en el Salón Amatori e Cultori delle Belle Arti del Palacio Nacional de esa ciudad. En 1914 regresó a Ecuador, casado con Victoria Fornari, y obtuvo una plaza para impartir la cátedra de pintura en la Escuela de Bellas Artes. Fue entonces alumno de Paul Bar, y bajo su orientación e influencia logró, en 1918, ganar el “Mariano Aguilera”, considerado el salón más importante de esa época. En 1920, Camilo Egas realizó un viaje a España para estudiar en la Real Academia de San Fernando. Para 1923 su calidad plástica había superado sus propias expectativas y nuevamente –con “Retrato de mujer”- obtuvo el “Mariano Aguilera”. Después se mudó a París donde abrió su taller y expuso en el Salón de Otoño y en el Salón de Independientes. En 1927 se radicó en New York, U.S.A., donde desde 1935 dirigió la Escuela de Pintura de la New School for Social Research, en ese período el artista vivió los efectos de la Gran depresión. De esta época destacan sus cuadros de hombres descarnados «aplastados» por el capitalismo reinante. Además, creó obras con sujetos deformes que expresaron la amargura del hombre contemporáneo. Conoció en este episodio de su vida al muralista mexicano José Clemente Orozco, quien le compartió sus ideas socialistas. Expuso en diversas galerías de Nueva York, así como en la «New School for Social Research». En 1938, Egas fue designado por el gobierno de Ecuador para crear el Pabellón Nacional en la Feria Mundial de Nueva York. A partir de 1940 comienza su etapa creativa de estilo surrealista. A mediados de la década de los 50, el artista regresó a Ecuador donde fue bien recibido esta vez por un público que aclamaba su pintura. En este período creó obras con un estilo distinto, pues dejó atrás las figuras delineadas por «masas de color» de gran expresividad, con lo que abrió paso a su arte abstracto. En 1962, la «New School for Social Research» le confiere el título de Honoris Causa en Bellas Artes. Murió en New York, en 1962.