“Norberto Onofrio, Protectores y otras yerbas”

“Protectores y otras yerbas” presenta obras realizadas entre 1970 y 2007 y cuyos temas centrales giran entorno a la representación de la violencia durante los años de plomo y sobre escenas de la vida cotidiana del hampa.

Los gánsteres de la serie “Protectores…” son arquetipos: sus rasgos físicos, trajes impecables y venganzas implacables. Parecen salidos directamente de la película El Padrino o de algún tango malevo. Las pinturas de Georges Grosz y de su decadente Weimar se nos vienen a la mente, y por ahí también asoma “Tango”, la única aventura del Corto Maltes de Hugo Pratt en tierras porteñas.

Autodidacta, Onofrio se dedicó al gravado entre 1951 y 1979, fecha en la que se inicia a la escritura, el dibujo, la escultura y la decoración. El blanco y negro de sus ilustraciones recuerda al historietista francés Tardi con una pizca de “Rebelión en la granja” de Georges Orwell. Los represores tienen cara de cerdo, el recurso de la animalización de los rostros funciona como metáfora de la violencia política de los años 70.  Se exponen asimismo plantillas de estarcir (ancestro del esténcil urbano) y unos minuciosos xilograbados dignos de un artista orfebre.