Gorriarena, color y materia

Diseñada por su compañera de vida, Silvia Vezco, y con texto curatorial de Fernando Farina, la muestra propone un recorrido por distintos períodos de la producción de Gorriarena: pinturas sobre tela y papel en gran formato en las que se advierte su habitual potencia expresiva, complementadas por una selección de textos del artista sobre las artes plásticas, la Argentina y la época que le tocó vivir.
“La pintura es forma, materia, color, espacio. No creo en los que pintan discursos. Si una obra no está lograda pictóricamente […] , no me interesa”, declara uno de esos textos, del que la muestra toma su título.
Así como descreía de los discursos en la pintura, Gorriarena rechazaba la belleza banal y el buen gusto de lo decorativo. “Gorriarena no está aquí para decorar el mundo, sino para develarlo”, señalaba el crítico Miguel Briante a principios de los 90, comentando una muestra antológica de Carlos Gorriarena en el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires. En coincidencia con esa mirada de Briante, el propio artista solía repetir: «Un cuadro debe romper la pared», metáfora con la que cuestionaba cualquier noción ornamental de la pintura.