Entre las flores del Bien y del Mal – Francisco Hernández, Zulma Asla Etcheverry

Es probable que una mañana de sol Zulma haya salido a su jardín como cualquier otro día y con una mirada liviana y pensativa decidió: hoy pinto un cardo. Flor despreciada por ser poco amable, pero ella la aprecia como a la rosa más suave que de solo mirarla fijamente se deshace en pétalos. Zulma es noctámbula y pinta de noche, es algo que ella no controla. La inspiración baja cuando quiere y en su caso coincide con el atardecer.

Las obras que hoy expone ante nosotros son eso: producto de esas noches donde con pincel en mano hizo que cobraran vida. Aunque también es probable que en esos horarios -para ella habituales- mande algunos mensajes en algún descanso que se tome. ¡Francisco está en línea! Mensajes, fotos, comentarios y charlas constantes hicieron a esta amistad y que esta muestra hoy sea una realidad.

En la obra de Francisco la oscuridad es una de las protagonistas. En sus “dibugrafías”, como él las denomina, emparentadas con el grabado esparce la tinta sobre los soportes y de las manchas producidas crea personajes que va delimitando, creado un clima envolvente y escenas escenográficas que nos dejan entrever sus mundos, sus pensamientos y hasta sus silencios.

Zulma presenta obras con su impronta ya propia. Oleos intervenidos con carbonilla, lápiz, birome y hasta quizás se encuentren con algún pétalo, tallo u hoja de su propio jardín pegados en los lienzos.

Ambos nos invitan a un viaje “(…) a dejarse llevar, dejarse ser, ser tan solo un nexo o puente (…)” y ser receptor de lo creado para este encuentro. Porque su trabajo ya está hecho y “(…) es poner en el mundo algo que antes no estaba (…)”

¡Deseamos viajar sin vapor y sin velas!

Para ahuyentar el tedio de nuestras prisiones,

Haced desfilar nuestros espíritus, tensos como un lienzo,

Vuestros recuerdos enmarcados por horizontes.

Decid, ¿qué habéis visto?

El viaje III (1861) extracto- Charles Baudelaire

Texto Francisco Salerno