Ary Brlzzi nació en 1930. Pintor, escultor y diseñador. Estudió en la Escuela Nacional de Bellas Artes Manuel Belgrano y en la Escuela Superior de Bellas Artes Ernesto de la Cárcova, de donde egresó como Profesor Superior de Dibujo y Decoración Mural en 1951. Formó parte del CICMAT (1972-73). Fue Miembro del Directorio del FNA (PK) (1980-83). Profesor de Pintura en la Escuela Nacional de Bellas Artes Prilidiano Pueyrredón (1972-95). Miembro de la Academia Nacional de Bellas Artes de la que fue Secretario General (1982-91) y Presidente (1992-94). Presidente de la Fundación Trabuco (1994-98). Realizó numerosas exposiciones individuales y participó en exposiciones colectivas. Su obra Krypton 3 (1978) formó parte de la II Muestra Konex 100 Obras Maestras – 100 Pintores Argentinos (exposición antológica de la pintura argentina) en el MNBA (1994). Obtuvo más de 30 premios nacionales y 5 internacionales. En 2005, realizó una producción de obras geométricas que fueron exhibidas en el espacio Castagnino-Roldán y en 2009 en la Galería Colección Alvear de Zurbarán. Sus obras están en importantes museos internacionales. Falleció en diciembre de 2014.
En Krypton 3, Ary Brizzi pinta bandas seriadas con gradaciones progresivas de valor o luminosidad, creando un juego de relaciones formales de extrema severidad y no menos esplendor. El blanco y el negro contribuyen a ese efecto introduciendo un cierto dramatismo visual. Otros factores composicionales aumentan el interés: hay grandes planos de silencio en los que nada sucede y en un lugar pregnante estalla la acción en oposiciones serenas pero animadas, en diagonales donde no coinciden los ejes de la forma y los de la luz y donde la percepción está estimulada por la presencia o sustracción de partes, que vuelven a las formas evanescentes. Las bandas seriadas tienen diferente grosor en la parte superior o inferior de la máxima luminosidad. El espacio parece flexible articulando la tensión hacia atrás y hacia adelante de manera que la superficie de la tela desaparece y sólo quedan campos energéticos vigorosos que dinamizan la acción visual en todos los sentidos. Brizzi recurre también a un juego muy sutil de la asimetría y a un oficio perfecto, donde ningún accidente de la materia o la factura desvía la atención.
Brizzi es un artista de rigurosa formación profesional que consiguió para el país, en el extranjero, numerosos reconocimientos. Pertenece a la segunda oleada de artistas geométricos argentinos que se apartó de la ortodoxia inicial para recurrir a los principios seriales basados sobre un tema y su modificación, a la musicalidad del color, a la exploración del espacio plástico`».
Brizzi trabaja sobre pintura presentativa, no representativa. Eso no quiere decir que se agote en el visibilismo. Si bien el punto de partida del arte geométrico implica, en cierto sentido, aceptar la ciencia y la técnica como datos de la conciencia contemporánea y por lo tanto, una racionalidad operante en todos los ámbitos de la cultura, eso no permite desconocer que una obra de arte se sustenta en la energía espiritual que a través de ella se transmite o cae inevitablemente en el esteticismo.
Brizzi trabaja con la sección áurea, por una parte, para la determinación de las áreas, pero por otra afirma: «El principio es la intuición, lo demás viene después. Hago un esbozo mínimo y luego trabajo directamente sobre la tela».
O sea que en él, la geometría da un salto cualitativo que la coloca más allá de la mera lógica de las formas. Es entonces cuando, límpida como un cristal, luce la esplendorosa fuerza de su poesía.
Nelly Perazzo