Pedro Figari
Pintor, abogado, escritor, periodista y político uruguayo.
Pedro Figari es un pintor de manchas y no de líneas. Pinta el pasado sin documentarse, lo hace de memoria; con una memoria afectiva. Una de las figuras más destacadas de la pintura latinoamericana, caracterizada por su propio estilo y su voluntad americanista, una de las más originales y relevantes, se caracteriza por el uso de las figuras, el movimiento, la mancha vital y resuelta, los colores vivos y los motivos tradicionales con patios o calles como escenarios y la negritud, la música y el baile como temas dominantes.
Pintor, abogado y periodista uruguayo, figura destacada de la etapa postimpresionista en su país, caracterizado por su carácter polifacético y su voluntad americanista. Hijo de padres italianos, manifestó desde la niñez inclinaciones artísticas. Después de concluir sus estudios de abogacía conoció al maestro Godofredo Sommavilla, pintor italiano de formación académica con el que estudió un tiempo. Más tarde visitó en Europa los mayores centros artísticos, donde conoció la nueva corriente de los impresionistas. De regreso al Uruguay, donde en 1896 fue elegido diputado por el departamento de Rocha y dos años después entró a formar parte del Consejo de Estado, impulsó la creación de la Escuela de Bellas Artes. En medio de esta polifacética actividad no abandonó la pintura ni el dibujo, que fueron una dedicación permanente a través de su vida. En 1909 ingresó en el directorio de la Escuela Nacional de Artes y Oficios, de la que llegó a ser director en 1915. En 1912 publicó un ensayo filosófico titulado Arte, Estética, Ideal. En 1921 se trasladó a Buenos Aires, y allí dedicó cuatro años en exclusiva a la pintura para volver inmediatamente a París, donde permaneció durante nueve años y obtuvo su consagración como artista plástico. En 1933 regresó a Uruguay, donde falleció en 1938. Entre sus obras destacan las de tradiciones criollas, como Toros o Preparando a la novia, donde consiguió plasmar con gran ritmo y vigor cromático la memoria colectiva rioplatense.
BIOGRAFÍA
PEDRO FIGARI (Montevideo, Uruguay, 1861 - 1938)
Nace en Montevideo el 29 de junio de 1861. Su inclinación artística se manifiesta tempranamente combinándose con múltiples actividades. Es abogado desde 1886, nombrado Defensor de Pobres en lo Civil y Criminal, periodista y codirector de un periódico, impulsor de la creación de la Escuela de Bellas Artes, diputado, miembro del Consejo de Estado, elegido presidente del Ateneo de Montevideo, director de la Escuela Nacional de Artes y Oficios, miembro honorario de la Sociedad de Artistas Uruguayos, Asesor Letrado de la Sociedad de Arquitectos del Uruguay. Entre estas múltiples actividades se destaca su creación de ensayos filosóficos, crítica artística y poesía. Participa en numerosas tertulias junto a artistas como Sáez y Blanes Viale. En 1921 y por cuatro años consecutivos, se radica en Buenos Aires dedicándose plenamente a la tarea pictórica y recibiendo del medio una crítica elogiosa. En 1925 se traslada a París donde permanece nueve años y obtiene la consagración como artista plástico. Desde allí proyecta y organiza exposiciones en Europa y América. Regresa al Uruguay en 1933 y es nombrado Asesor Artístico del Ministerio de Instrucción Pública.
Pedro Figari es un pintor de manchas y no de líneas. Pinta el pasado sin documentarse, lo hace de memoria; con una memoria afectiva. Puebla sus espacios inconmensurables con gauchos, negros y criollos como metáforas de un presunto ser nacional. Pintó escenas que recrean el pasado histórico y social, buscando rescatar la memoria del terruño y afianzar la identidad regional y americana. Sus cartones se poblaron de negros candomberos, pericones, cielitos, gauchos, pampas, ombúes, patios coloniales, bailes de salón, entierros, corridas de toros, jugadores de bochas. Con su pincelada resuelta, llena de vitalidad, renacen las tradiciones criollas y toma color la memoria colectiva rioplatense. Como pintor intuitivo, retomó ciertas conquistas formales del impresionismo para transformarlas en un estilo personal e irrepetible, del que no se reconocen otras influencias. Aunque no comenzó la práctica hasta sus últimos años, es mejor conocido como un pintor modernista temprano que enfatizó capturar los aspectos cotidianos de la vida en su trabajo. En la mayoría de sus obras, intenta capturar la esencia de su hogar pintando costumbres locales que había observado en su infancia.
En 1938 realizó su última exposición en Buenos Aires y pocos días después falleció en Montevideo. Sus restos descansan en el Cementerio Central.
Pedro Figari: la esencia pictórica de una época
Comparado con los grandes maestros, logró plasmar en sus obras el espíritu de la realidad uruguaya de su tiempo, finales del siglo XIX y principios del siglo XX. Horacio Caillet-Bois le dedicó una columna en El Litoral en 1957: “constituye un caso especialísimo en la pintura americana y universal”.
Pedro Figari desarrolló dos facetas que pueden ser vistas como antagónicas: pintor y abogado. Incluso, llegó a ocupar puestos de importancia en su país, Uruguay, donde nació el 29 de junio de 1861 y falleció el 24 de julio de 1938. Es valorado, a casi un siglo de su partida, producto de su contribución al arte y su difusión internacional de la cultura uruguaya.
Fue abogado, juez, diputado y presidente del Banco Nacional. Pero su vocación por las artes plásticas lo llevó a dedicarse enteramente a la pintura a partir, aproximadamente, de la década de 1910. Hay un dato que marca su evolución: antes de dedicarse de lleno al arte, firmaba sus obras con seudónimos. Hasta que su inclinación por la pintura se expresó en toda su plenitud.
Fue autodidacta, pero la curiosidad lo llevó a explorar diversos estilos, desde el realismo hasta el impresionismo y el postimpresionismo. Su obra pictórica se caracteriza por reflejar escenas de la vida cotidiana en Uruguay, especialmente vinculados con la ruralidad y el candombe. Su pretensión era dejar constancia de la identidad y la cultura de su país, capturando los aspectos esenciales de la vida y las tradiciones uruguayas.
Figari fue un precursor del arte moderno en Uruguay y desempeñó un papel fundamental en el desarrollo de la identidad artística del país. Fue, en su obra y en su vida, un activista por los derechos de los afrodescendientes y los grupos marginados.
Pedro Figari dejó una serie de obras notables, entre las cuales sobresalen “Baile en el Café”, que representa una escena animada de un café en Montevideo. “La procesión”, vinculada con los rituales religiosos. “Candombe”, que alude a ese género musical y danza tradicional. “Maternidad”, que trasunta ternura y amor de madre. Y “Casamiento en el campo”, que pone énfasis en el entorno rural del rito.
Juan Ignacio Novak