Comenzó trabajando en la figuración para ir hacia una simplificación y geometrización de las imágenes, tratadas con suma destreza técnica, cierto simbolismo y alguna reminiscencia precolombina.

ADOLFO NIGRO   (Buenos Aires, Argentina, 1942 – 2018)

Nacido el 22 de septiembre de 1942 en el seno de una familia obrera de Rosario, Nigro se instaló en Buenos Aires en la década del 50 para estudiar, primero en la Escuela Nacional de Bellas Artes Manuel Belgrano y luego en la Prilidiano Pueyrredón, mientras trabajaba como metalúrgico, albañil, camionero o verdulero.
Entre sus maestros se encuentran Antonio Pujia, Ví­ctor Magariños, Aurelio Macchi y Héctor Nieto, así como el escultor Joaquín Torres García (1874-1949), de quien tomó su herencia durante los 60 en Montevideo, donde también vivió, y, a partir de su «universalismo constructivo», hizo dibujo, collage, pintura, cerámicas y tapices.
Nigro fue distinguido con el Premio XXIV Salón Nacional de Grabado y Dibujo (1988); el Gran Premio de Honor LXXVIII Salón Nacional de Artes Plásticas, el Premio Trabucco Adquisición, otorgado por la Academia Nacional de Bellas Artes (1994). Su primera producción asumió un imaginario fantástico rioplatense, continuó definida por el agua como elemento y luego se extendió al aire y la tierra, en un intento por recuperar el pasado, su infancia en Rosario, la juventud montevideana y los inicios porteños. Entre otras ciudades, expuso en Buenos Aires, Montevideo, Santiago de Chile, La Plata, Rosario, Madrid, La Habana, México, Nueva York y Miami.
El artista Adolfo Nigro falleció el 14 de mayo de 2018, en Buenos Aires, a los 75 años.