Rogelio Yrurtia
En Buenos Aires, el 6 de diciembre de 1879 nació Rogelio Yrurtia, hijo de españoles. Inició sus primeras experiencias en escultura en el taller de un santero y en 1898 ingresó en la Escuela de la Sociedad Estímulo de Bellas Artes. Después, trabajó en el taller del maestro Lucio Correa Morales (padre de Lía, luego su esposa).
Al año siguiente, por concurso obtuvo la primera beca de perfeccionamiento, viajó a Europa y estuvo en Italia en 1899, luego se instaló en París -capital de Francia- y durante cinco años asistió a la Academia Jullien, pero tuvo diversas dificultades para trabajar porque desconocía otros idiomas. Siguió perfeccionando sus estudios con el escultor Félix Countan y avanzó en técnicas de dibujo en una Academia parisina.
Viajó lejos de su país natal; conoció a artistas de distintas nacionalidades y demostró su amor por su terruño. Al regresar a Buenos Aires, siguió dedicándose a la docencia: fue profesor de Escultura en Escuela Nacional de Bellas Artes.
Miembro de la Comisión Nacional de Bellas Artes (1921); Miembro titular de la Academia de Bellas Artes desde 1939.
Rogelio Yrurtia falleció el 4 de marzo de 1950 en su ciudad natal.
BIOGRAFÍA
ROGELIO YRURTIA (Argentina, 1879-1950)
Nació en Buenos Aires en 1879. Hijo de inmigrantes vascos dedicados al comercio vivió durante largos períodos en París, donde montó un taller y realizó gran parte de su obra. En el año 1898 comenzó sus estudios en la Sociedad Estímulo de Bellas Artes y en 1899, con 19 años, obtuvo una beca del Estado Nacional para estudiar en Francia. En 1902, se consolida en el mercado artístico gracias a su primera gran obra: Las Pecadoras.
Durante los años consiguientes, el Estado argentino le encarga diversos monumentos que actualmente se encuentran emplazados en la Ciudad de Buenos Aires. Entre ellos, Canto al Trabajo, Monumento al Coronel Dorrego, Monumento al Dr. Alejandro Castro, Mausoleo de Bernardino Rivadavia. A partir de estos trabajos, la vida del escultor transcurrirá entre Francia y Argentina, ya que todos los monumentos son fundidos en París, donde Yrurtia reside hasta 1920.
Rogelio Yrurtia muere en Buenos Aires en 1950.
Rogelio Yrurtia (1879-1950)
Aproximación a su trayectoria…
En Buenos Aires, el 6 de diciembre de 1879 nació Rogelio Yrurtia, hijo de españoles. Inició sus primeras experiencias en escultura en el taller de un santero y en 1898 ingresó en la Escuela de la Sociedad Estímulo de Bellas Artes. Después, trabajó en el taller del maestro Lucio Correa Morales (padre de Lía, luego su esposa).
Al año siguiente, por concurso obtuvo la primera beca de perfeccionamiento, viajó a Europa y estuvo en Italia en 1899, luego se instaló en París -capital de Francia- y durante cinco años asistió a la Academia Jullien, pero tuvo diversas dificultades para trabajar porque desconocía otros idiomas. Siguió perfeccionando sus estudios con el escultor Félix Countan y avanzó en técnicas de dibujo en una Academia parisina.
Viajó lejos de su país natal; conoció a artistas de distintas nacionalidades y demostró su amor por su terruño. Al regresar a Buenos Aires, siguió dedicándose a la docencia: fue profesor de Escultura en Escuela Nacional de Bellas Artes.
Miembro de la Comisión Nacional de Bellas Artes (1921); Miembro titular de la Academia de Bellas Artes desde 1939.
Rogelio Yrurtia falleció el 4 de marzo de 1950 en su ciudad natal.
Algunas de sus obras y reconocimientos…
A principios del siglo XX, presidía la Sociedad Nacional de Artistas Franceses el talentoso Rodin cuando Yrurtia presentó varias obras en el Salón de 1903, entre ellas un torso que ha sido una de sus obras más reconocidas. Al año siguiente, fueron exhibidas en la Exposición Universal de Saint Louis (EE.UU.) y le otorgaron el “Gran Premio de Honor”. En ese tiempo, estaba completando la serie de seis figuras que denominó Las Pecadoras. Se ha reiterado que Charles Morice expresó: “Hay… en los Campos Elíseos dos cosas bellas, seguramente las más bellas de los dos salones reunidos. Es la obra de un escultor argentino absolutamente desconocido hasta ahora, Rogelio Yrurtia: Las Pecadoras, un grupo de yeso. Hacía tiempo que no se nos había proporcionado un placer artístico tan puro e intenso.” Ya integraba la asociación “Les Arts Reunies”.
Más exposiciones, más Premios…
En 1911 presenta una exposición individual y por la escultura Serenidad –una cabeza-, le otorgaron el “Gran Premio de Honor” en la Exposición de Arte de Barcelona (España).
Estaba en París cuando desde la capital federal argentina convocaron al concurso con motivo del centenario de la Independencia (1816-1916) y envió una maqueta. Hacia 1915 empezó a elaborar el Monumento a Rivadavia que obtuvo sin concurso y también en ese tiempo fundió su Canto al Trabajo.
Envió obras al Salón Nacional de Buenos Aires. Le otorgaron “Medalla de Oro” en la exposición del Círculo de Bellas Artes (1925) y en el Salón Municipal de Rosario (provincia de Santa Fe, año 1937).
En 1939 participó en la Feria Internacional de Nueva York (EEUU) y recibió el “Gran Premio de Honor” en el Salón de Viña del Mar (Chile).
Sus esculturas pertenecen a museos de arte de La Plata (Buenos Aires), Rosario y Santa Fe de la Vera Cruz, en la provincia de Santa Fe, Argentina.
Obras de Yrurtia pertenecen a los Museos de Arte de Moscú (Rusia); Barcelona (Cataluña, España); Río de Janeiro (Brasil)…
Esculturas en la ciudad de Buenos Aires:
– Monumento al Dr. Alejandro Castro (Hospital de Clínicas de la ciudad de Bs.As.).
– Monumento al Coronel Dorrego (Concurso, 1906-07; inaugurado en 1926).
1922: “Canto al Trabajo” (Encargo de la Municipalidad de Buenos Aires, obra descubierta en 1927).
“Serenidad» (1916, cenotafio destinado al presidente Bernardino Rivadavia descubierto en 1932 en la Plaza Miserere.
Grupo “Combate de Box”
Estatua “Justicia”
El Jockey Club de la ciudad de Buenos Aires le pidió que elaborara el grupo escultórico El Poeta ante el Dolor Humano; no lo concretó.
1921: Museo “Yrurtia”…
En 1942, el senador Dr. Alfredo L. Palacios fue el autor del proyecto de ley de aceptación de la transferencia al Estado, del inmueble donde vivían los artistas Rogelio Yrurtia y Lía Correa Morales, su esposa.
Sabido es hasta entonces, llegaban a ese lugar grupos de alumnos que dialogaban con el escultor y la pintora, observaban sus obras y aprendían algo más sobre el arte de vivir y convivir. (Al final de esta síntesis se incluyen datos significativo…)
Así fue como el 30 de septiembre de ese año quedó sancionada la ley Nº 12.824 y la casona del barrio de Belgrano construida a fines del siglo diecinueve en un terreno de mil doscientos metros cuadrados fue reformada. En el año 1921, la Municipalidad de Buenos Aires les había otorgado el “Premio de Arquitectura” por ser una vivienda en óptimo estado de conservación y por la ornamentación. La donación del matrimonio Yrurtia incluyó el mobiliario y las obras de arte que ellos aún conservaban en distintos espacios: las esculturas de Rogelio y las naturalezas muertas, esbozos de bailarinas y retratos elaborados por Lía. Además, como suele suceder entre los artistas, en la colección tenían cuadros de Ángel Della Valle, Martín Malharro, Walter de Navazio, Octavio Pinto, Benito Quinquela Martín, Cesáreo Bernaldo de Quirós, Eduardo Sívori, entre otros. También una obra de Pablo Picasso que Rogelio Yrurtia compró cuando estaba en París. Ha sido destacada la colección de batiks de Java, de tapices bordados (artesanía china); alfombras de diversas procedencias; textiles de Bolivia y México, chales de Cachemira… También en algunas vitrinas hay cerámicas de Talavera de la Reina (España) y de Delft (Holanda); distintos objetos de peltre, bronce o cobre que serían para uso familiar; platos, pavas, velones…
2003: Homenaje
Del 6 de marzo al 6 de mayo de 2003, en la Casa Yrurtia -O’Higgins 2390 de la ciudad de Buenos Aires, República Argentina, se inauguró una exposición de Antonio Pujía, titulada “Homenaje al Maestro Rogelio Yrurtia”, selección de esculturas desde 1960 a 2000.
1938: presencia de escolares en su casa…
En la revista Figuritas del 22 de julio de 1938 (Año III, Nº 106, Buenos Aires, Argentina, en la primera página destacaron: “Caridad bien entendida” y en esa nota, refieren a la fundación de la Sociedad “El Centavo”, terminando el texto con esta advertencia: “No cierres tu mano; ábrela al pobre”). Dedicaron una página al comentario titulado “En torno a una iniciativa”.
Un grupo de escolares visitó “la casa del Escultor Rogelio Yrurtia” y los acompañó una comitiva oficial integrada por “el presidente interino del Consejo Escolar Nº XV, ingeniero Juan Ochoa, el vicepresidente, profesor Nicolás Rossi, el inspector señor Lino Mestroni; la secretaria, señora Dora M. de Luchia Puig, la auxiliar, señorita María Emilia Couto, el director de ‘El Heraldo’, don Enrique W. Burgos, la directora de la Escuela Nº 4 del mismo consejo, señora Catalina Zambrana de Zamora, que acompañó a las alumnas de su escuela al ‘atelier del artista’.”
Lucio Morel, el periodista que el 6 de julio había acompañado a ese grupo, luego escribió:
“Llegamos a la casa de don Rogelio Yrurtia a la hora en que los irisados rayos del sol, algo alucinante, al traspasar los vitraux de aquellos ventanales con rejas, iban a herir, en su penumbra los ángulos del gran salón del artista. Parecía, sin embargo, e ocaso de una tarde que vagaba semiperdida en un rincón de una ciudad legendaria. / Caminamos unos pasos columbrados por el maravilloso espectáculo que ofrecía ese atardecer rojizo, casi dorado y buscamos después a don Rogelio Yrurtia. Habíamos llegado hasta su casa y éramos peregrinos de la religión que rinde culto desinteresado a las bellas obras del hombre.” /…/ “La casa del artista se llenó e ecos que no eran los golpes del martillo y del cincel, sino las risas de esas encantadoras niñas que pasado el momentáneo hechizo del primer instante parecían haberse sumido como nosotros en poético embeleso. /…/ Allí estaba el escultor ataviado con su sencilla casaca de trabajo junto a su señora esposa, la pintora Lía Correa Morales, que emocionados recibieron el saludo de ese grupo de cabecitas nimbadas de albura que habían ido a tributar su admiración al más grande de los modeladores mundialmente reconocidos. / Esa embajada ‘blanca’, como la llamó el artista a su llegada, ofreció al escultor un presente de rosas rojas.”
El Prof. Nicolás Rossi, explicó el significado de esa visita, y es oportuno reiterar algunos párrafos:
“…El Consejo Escolar XV… aprobó una feliz iniciativa de quien, respetando su voluntad, reservo el nombre, y consistente en que, los alumnos de las escuelas de su dependencia visiten a los artistas destacados de nuestras nacionales que por fortuna los hay meritísimos y no en escasa cantidad.”
“…Otro objetivo… es poner en contacto a la niñez con los grandes hombres de nuestra patria, en primer término con los artistas que la honran, para que se inicien en la cultura más elevada del espíritu humano”…
(Colección de revistas perteneciente a Eduardo Rodolfo Fontanini Doval (1926-2000), integrada en nuestra biblioteca familiar; encuadernadas en tres tomos durante su adolescencia -a principios de la década del ’40, siendo alumno en la Escuela Nocturna “Leandro N. Alem” de Santa Fe de la Vera Cruz, República Argentina.)
Lecturas y apuntes realizados con la silenciosa compañía de la nostalgia…
Nidia Orbea Álvarez de Fontanini / Primavera 2000.
https://sepaargentina.com/2020/04/01/rogelio-yrurtia-1879-1950/