Miguel Carlos Victorica
Pintor argentino. Se formó en su ciudad natal, y entre 1891 y 1917 residió en París, donde recibió la influencia del postimpresionismo y de los intimistas franceses O. Redon y P. Bonnard (Retrato del escultor Madariaga, 1912; El collar de Venecia, 1914). Regresó a su país en 1918, centrando desde entonces su obra en la reproducción de naturalezas muertas dentro de un estilo esencialmente lírico y suavemente romántico, con un colorido muy personal: tonos grises que envuelven los objetos y las atmósferas, incorporaciones de rojos, azules ocres y verdes. De su obra destacan El expatriado (1926), Francine(1931), El secretario (1937), Cocina bohemia (1940) y Convento y catedral (1950). Galardonado en numerosas ocasiones en su país y en Europa, se le reconoce como precursor del arte moderno en Argentina.
BIOGRAFÍA
MIGUEL CARLOS VICTORICA (Buenos Aires, Argentina, 1884 – 1955).
Pintor argentino. Inició sus estudios de pintura con Ottorino Pugnaloni y en 1901 ingresó a Estímulo de Bellas Artes. Fueron sus maestros: Della Valle, Sívori, Gíudici, y de la Cárcova. En 1911 viajó a París; estudió con Louis-Marie Désiré-Lucas y obtuvo una beca del Gobierno para continuar estudios en Europa. Recorrió España e Italia. En 1917, realizó decoraciones en el Ministerio de Obras Públicas de la Nación; expuso en el Salón L’éqletique en París y por primera vez en el Salón Nacional de Argentina. Obtuvo premios como: Tercer Premio Municipal y Premio al Mejor Conjunto; 1938, Premio Estímulo y en 1941, Gran Premio de Honor, Salón Nacional. En 1929 participó del Nuevo Salón y en 1930 integró el Salón de Pintores y Escultores Modernos, Asociación Amigos del Arte de Buenos Aires. Realizó varios viajes por el interior del país, Chile, Bolivia y Perú. Expuso en múltiples salones y colectivas en el país y fuera de él: Bolivia, España, Inglaterra, Pittsburg, EE.UU. Poseen obras suyas: Museo Nacional de Bellas Artes; Bellas Artes Benito Quinquela Martín, La Boca; Museo Municipal Eduardo Sívori y museos provinciales de Buenos Aires, Santa Fe y Rosario.
En 1911 viajó a Europa para completar su formación, radicándose en París. Allí, trabajó con Louis Marie Désiré Lucas, quien lo introdujo en la pintura del desnudo. Asimismo, la mayor influencia recibida entonces fue la de los fauves. Con frecuencia se señaló a Pierre Bonnard y a Edouard Vuillard como sus posibles inspiradores, principalmente, por el uso de veladuras y el tratamiento luminoso que Victorica le otorgó a los colores. También fue importante en la pintura del retrato, el influjo de Eugène Carrière. Artista que, luego de su incursión simbolista, buscó expresar sus sentimientos a través del arte, sosteniendo que el ojo depende del espíritu.