Beatriz Soto García
Una visión hierática y silenciosa ha caracterizado su obra en el campo de la escultura como en el de la pintura. En sus últimas producciones la artista abre un interrogante sobre el hombre y la mujer de nuestro tiempo; ellos evidencian el estado de incomunicación de los habitantes de las grandes metrópolis.
Nacida en Buenos Aires en 1942, comenzó presentando su labor como pintora y escultora a partir de 1974, pero desde 1980 centró su creación artística en la escultura, sobre diversos materiales (arcilla, cemento, yeso, resina y piedra pómez). para abordar el mármol a partir de 1983, y luego materiales mixtos. En 1989 expone en la Galería Rubbers (Buenos Aires), interviene en muestras colectivas desde 1990 en el Palais de Glace, Arteba a partir de 1992, Centro Cultural Recoleta 1996, Museo Sívori 1998, etc. Sus obras han sido presentadas también en Brasil, Venezuela, Perú y Francia. Es analizada y estudiada su producción en la Faculty of Education and Language Studios (Gran Bretaña), Miami 1995, New York y Florida en 1997, Toronto (Canadá) y Seúl (Corea) en 2002. En 2013 se formó con otros colegas del Grupo Gente. de Talla con los que exponen en los años siguientes. Según Laura Feinsilber sus obras son de gran carga simbólica y dramática, en las que domina la idea de ahogo, opresión y encierro. Para Rosa Faccari, su arte abarca la figura humana en sus múltiples y cambiantes figuraciones, el cuerpo especular, el fantasmático, los rostros colectivos, los míticos y religiosos con sentido de abstracción geometrizante, en estructuras cúbicas en modelado, tallado, ensamblado y montaje.
BIOGRAFÍA
BEATRIZ SOTO GARCÍA (Buenos Aires, Argentina, 1942)
Escultura
Beatriz Soto García cuenta con una amplia trayectoria en Pintura y Escultura. Participó en varios Salones Nacionales y Provinciales. Desde 1974 realiza muestras de pinturas individuales y colectivas tanto en su país como en el exterior. En el año 1980 se inicia en escultura. En el año 1983 se dedica a la talla de mármol. Participa en exposiciones colectivas, homenajes, salones y premios municipales, nacionales e internacionales. Materiales como arcilla, cemento, yeso, resina, piedra pómez y otros, están presentes en sus obras. Aunque el mármol predomina en su cuantiosa producción. Tomada como referente del Arte Latinoamericano, sus obras son tema de estudio y análisis en la Faculty of Education and Language Studies, de Gran Bretaña. Algunas de sus obras integran colecciones privadas de Brasil, Venezuela, Perú, EE.UU. y Francia.
BEATRIZ SOTO GARCÍA (Buenos Aires, Argentina, 1942)
Una mitología urbana
La figura humana en sus múltiples y cambiantes configuraciones, el cuerpo especular, el fantasmático, los rostros colectivos, los míticos y religiosos, son concebidos por Beatriz Soto García en esta serie de trabajos escultóricos que abarcan el período 1992-2000. Una visión hierática y silenciosa ha caracterizado su obra en el campo de la escultura como en el de la pintura. En sus últimas producciones la artista abre un interrogante sobre el hombre y la mujer de nuestro tiempo; ellos evidencian el estado de incomuncación de los habitantes de las grandes metrópolis.
La trayectoria artística de Beatríz Soto García se inicia en la década de los setenta. Su inscripción en el campo de lo surreal presenta una interesante metamorfosis. Las caracterís-ticas formales son diseñadas con suma contención. Las estructuras cerradas, casi herméticas, nos remiten a un tiempo suspendido, congelado, provocando en el contemplador una especie de espectación.
La fuerza que emana de estas creaciones está sometida a leyes perceptivas de tensión, donde el vector enérgetico está dirigido al centro mismo del volumen. El bloque escultórico se halla concebido con estas características. En él podemos vislumbrar un sentido de fuerza centrípeta, o contrariamente, en una especie de constelación irradiente responde a ciertas leyes de la multiespacialidad.
Al referirse a su obra, Rafael Squirru cita lo siguiente: “Podemos atravesar las duras peripecias de esta versión del mundo llena de acechanzas, de peligros, de signos, para que podamos llegar sanos y salvos a la salida de la “selva selvaggia, áspera y fuerte, que en la mente renueva la pavura”.
Beatríz Soto García desarrolla su obra en un proceso constructivo que fusiona diferentes técnicas escultóricas. Me refiero a la talla, el modelado y ensamblado como respuesta a las resoluciones adecuadas que articulan expresivamente su lenguaje plástico.
Una excelencia de montaje- propia de un estilo que requiere una ascesis ejecutiva- posibilita una lectura despojada de la imagen. La obra ha sido pensada previamente, luego esculpida sobre el bloque directo.
Los materiales elegidos exaltan sus colores y calidades texturales debido al tratamiento impuesto a los mismos, es allí donde observamos un indudable oficio y la virtuosidad del orfebre resolviendo encastres y engarzados.
Se visualiza en estas obras de Beatríz Soto García un sentido de abstracción geometrizante, esto se puede ver con mayor elocuencia en los pequeños formatos. Los materiales duros como el bronce y el mármol son piezas de relojería en sus precisiones, así lo indica:”De Vuelta”.
Realizada en dolomita italiana, “Monólogo”, se sitúa en una estructura cúbica, donde al igual que en otras piezas, al modelado y tallado le suceden el ensamblado y montaje.
En “Eclipse”, las cabezas del hombre y la mujer unidas, en una expresión mítica, presentan en su acoplamiento fuerzas polares bifrontes. Mientras que las que simbolizan figuras empresariales poseen las características y atributos de la época, enfatizando su rol de luchadores activos en la maratón competitiva de la sociedad actual.
Por Rosa Faccaro