Sigue los pasos artísticos de su hermano, a quien dedica un cuadro a los diez años. Entre 1941 y 1945 se matricula como alumno de la Escuela Nacional de Cerámica, en donde continuará como profesor. En esta escuela conoce en 1949 a su futura esposa, Nieves Adeff . Tendrán dos hijos: Claudio (1956), pintor y escultor; y Marcelo (1959), músico y pintor. Nieves desarrollará una interesante obra escultórica a partir de materiales tan complicados como la terracota. Realizará exposiciones con su esposo y también con artistas de compromiso social como Juana Elena Diz. Si Luis fundó varios grupos artísticos, Julio apenas se vinculó a ellos. En sus comienzos son indudables las influencias de pintores clásicos como El Greco. Posteriormente llega a unos cuadros con claras pinceladas picasianas que desembocarán en una obra muy particular en donde destacan los bodegones y paisajes. El paso del tiempo le llevará a la abstracción. En 1948 gana el Primer Concurso Anual de Estímulo para Jóvenes y su primera exposición individual se realiza en 1949. Llega a París en 1954 y viaja por España. Dirá que en París descubrió a Picasso y que en España se deslumbró con la obra de El Greco y Gutiérrez Solana. Volverá a España en 1958 visitando Cardiel. En ese año le es concedida la Medalla de Oro en el Primer Salón Anual del Automóvil Club Argentino. Vuelve a España en 1962, vive en Madrid y Cataluña, coincide con su hermano Luis, y realiza interesantes autorretratos y retratos de su esposa Nieves y también una serie de pinturas de las cuales 25 se exponen en 1965 en la galería La Ruche con títulos como: Paisaje español, Paisaje del Escorial, De Segovia. Julio fue el artífice de una obra artística enorme y muchas fueron las muestras en que participó, algunas en países como: Cuba, Brasil, Chile, Italia, Inglaterra o Estados Unidos. En su larga trayectoria pictórica logró destacados galardones algunos tan importantes como: Gran Premio de Pintura en el Salón Municipal (1970), Primer Premio de Pintura en el LXV Salón de Artes Plásticas (1976) y el Gran Premio de Honor en el LXVII Salón de Artes Plásticas (1978). JULIO SÁNCHEZ GIL