Gran creadora, muy imaginativa, tierna y sensible, con la puerta siempre entreabierta al inagotable mundo de la infancia.
GRACIELA RODO BOULANGER (Bolivia, 1935)
Nació en La Paz, Bolivia en 1935. Sus primeras lecciones las recibió del lituano Juan Rimsa. Estudió en la Escuela de Bellas Artes de Viena (Austria), donde también asistió al Conservatorio de Música. Tomó lecciones de grabado y sellado con René Carcan y Johnny Friedlander, con quien trabajó hasta 1968, año en que decide radicar en París.
Es una pintora contemporánea celebrada por sus representaciones estilizadas de niños y niñas. A veces recuerda a Fernando Botero, sus pinturas se caracterizan por sus múltiples figuras de caras redondas que participan en las actividades cotidianas, con un esquema de colores primarios.
Realizó obras influenciadas en primer lugar por el realismo, luego por el cubismo. De igual manera, inicialmente trabajó con el óleo, técnica que aprendió en la Escuela de Bellas Artes de Viena, pasando por el grabado, el collage, la acuarela, el dibujo a tinta, la escultura y en sus últimos años, la cerámica.
Boulanger ha gozado de éxito en el ámbito de la política internacional, con su trabajo expuesto en el salón de la Asamblea General de la ONU, recibiendo una comisión para diseñar el cartel del Año Internacional del Niño para UNICEF en 1979. El Museo de Arte Moderno de América Latina, en Washington, DC, dio una retrospectiva de su obra en 1983. En 1986, la Ópera Metropolitana de Nueva York la comisionó para su póster de »La Flauta Mágica» de Amadeus Mozart y sus pinturas fueron exhibidas por la Galería de Arte del Lincoln Center. Su obra Primavera se publicó para conmemorar la Primera Cumbre Mundial de la Infancia en la ciudad de Nueva York (EEUU, 1990), y que su pintura apareciera en un sello de la Federación Mundial de Asociaciones de la ONU en 1993.
Recibió el Premio del Concurso Municipal de Artes Plásticas Pedro Domingo Murillo de la ciudad de La Paz por su trayectoria.