Pintor y grabador. Abstracto y minimalista.
La revolución artística que se produjo con la llegada de la abstracción en el siglo XX trajo consigo también una reflexión sobre la forma de la obra de arte, y en particular, del lienzo sobre el que se pintaba. Esta reflexión está muy presente en la obra del artista, quien juega con la forma del lienzo, no solo rompiendo con el formato rectangular, sino haciendo que la forma del lienzo sea parte de la propia obra.
Reseña
Frank Stella nace en Malden, Massachusetts, (Estados Unidos) en 1936. Estudia el arte en la Phillips Academy de Andover y en Princeton, donde se tituló en historia. Es claro que, el expresionismo abstracto de Jackson Pollock y Franz Kline influyeron en su trabajo. Se mudó a Nueva York, allí realizó varias pinturas influida por el movimiento del expresionismo. Vio la pintura como objeto, en lugar de la pintura como representación de algo. Se inició en el expresionismo abstracto, movimiento artístico al que pertenece su serie de obras Black Paintings (pinturas negras), que están formadas por bandas negras paralelas, separadas por estrechas líneas blancas que realmente son espacios no pintados entre las blandas negras paralelas. Este recurso artístico plantea una reflexión al espectador sobre la naturaleza bidimensional de la pintura, realizando así un camino inverso al que se produjo con la invención de la perspectiva en el renacimiento. Desde 1960 comenzó a producir cuadros elaborados con pintura de aluminio y cobre similares a sus Pinturas Negras. Sin embargo, en estos nuevos trabajos el color tiene mayor presencia, así como también constituyeron sus primeros trabajos utilizando lienzos con distintas formas. Estas se desarrollaron, posteriormente, en la serie de los Polígonos irregulares. Comenzando el año de 1970 se involucró en el grabado, trabajando, en primera instancia, con el grabador Kenneth Tyler en Gemini G.E.L. Sus grabados abstractos en litografía, estampado serigráfico, grabado y fotolitografía (técnica introducida por él) tuvieron un fuerte impacto sobre el grabado como forma de arte. Irónicamente, las pinturas que lo llevaron a la fama antes de 1960 habían eliminado toda profundidad. A medida que los años setentas y ochentas progresaron, sus trabajos se tornaron más coloridos y exuberantes. Más aún, su minimalismo se volvió más barroco, era común encontrar curvas, el uso de colores Day-Glo, y pinceladas con garabatos. Stella dio lugar a una completa tridimensionalidad utilizando formas esculturales derivadas de conos, pilares, curvas francesas, olas, y elementos de decorado arquitectónico. En 1997, pintó la pieza central en el teatro y el lobby de la Casa de Ópera Moore, en Houston, Texas. Su arte ha sido objeto de muchos honores. Por ejemplo: en 2009, Frank Stella fue condecorado con la Medalla Nacional de Artes por el Presidente Barack Obama. Luego, Frank Stella recibió el Premio de Logros en Vida en Escultura Contemporánea por el Centro Internacional de Escultura.
De sus obras se destacan: Protractor (1967), Polish Village Series (1970-1973) y Brazilian Series (1974-1975), Cones and pillars. En 1970 y 1987 se realizaron exposiciones retrospectivas de su obra en el Museo de Arte Moderno de Nueva York. Actualmente es considerado uno de los más reconocidos pintores norteamericanos de la postguerra. Además, se le reconoce como el precursor de la pintura abstracta sin ilusiones pictóricas, referencias psicológicas o metafísicas en la pintura del siglo XX.