STEPHEN KOEK KOEK (1887-1934)
Su figura se encuentra envuelta por el aura de la tragedia y su obra marcada por sus pasiones. Los excesos, que en su pintura se traducen en una materia espesa y unos grafismos impulsivos, lo llevaron en su vida de las cimas más altas a los abismos más profundos. Pintor inglés nacido en Londres, el 15 de octubre de 1887. Creció en una familia de varias generaciones de pintores y comerciantes de arte holandeses. De espíritu inquieto tuvo la oportunidad de viajar a lo largo de su vida por Europa y América. Vivió en Inglaterra y Holanda hasta que comenzó el viaje por el mundo que lo llevó a recorrer el continente americano desde Canadá hasta Tierra del Fuego. Comienza a pintar a los catorce años, para los veintiséis se encuentra en Chile y sale a recorrer el vasto territorio sur del continente viajando por Chile, Perú y la Patagonia Argentina. En 1915 se radicó en Mendoza, contrajo matrimonio y tuvo un hijo. Allí desarrolló gran parte de su obra, que luego expuso en las principales ciudades del país así como en Chile, Perú, Brasil, Uruguay y Nueva York. No se registra que haya estudiado formalmente pintura, aunque sí contaba con la experiencia proveniente de las catorce generaciones anteriores de pintores en su familia. Para 1918 expone en Montevideo, Uruguay y luego realiza exposiciones en Argentina recorriendo Rosario, Salta, Chivilcoy y Paraná. En 1927, su amigo Estanislao De Urraza, le organiza una exposición en La Plata. Luego de exponer en Bahía Blanca se radica en Rosario. Emprende numerosas actividades y comienza a escribir una obra de teatro que queda inconclusa. Desde entonces, y a pesar del deterioro de su salud, provocado en parte por el alcohol y una marcada tendencia depresiva, Koek Koek continuó pintando y exponiendo tanto en Buenos Aires como en Montevideo y en Santiago de Chile. Para 1934 está viviendo en Montevideo, Uruguay y viaja a Chile donde el 20 de diciembre es encontrado muerto en una habitación de hotel. Corren rumores de que es asesinado, pero jamás se confirman. Los médicos diagnostican un paro cardíaco, producto de una mezcla de alcohol con barbitúricos.