Fue un pintor mexicano, considerado como uno de los más grandes paisajistas del siglo XIX.
José María Velasco es uno de los grandes pintores del paisaje mexicano que vio nacer el siglo XIX, se le otorgó un lugar preeminente dentro de la plástica mexicana.
«La pintura de José María Velasco puede ser una buena manera de comprender estas caleidoscópicas ideas. Salta a la vista que el paisaje del Valle de México pintado por él tras su diáfana presencia, encierra una compleja construcción, una ingeniería de perspectivas aéreas, líneas, proporciones, volúmenes y colores que resulta difícil concebir o encontrar antes de Velasco, por más que haya habido diversos y nobles antecedentes, como los artistas Rugendas, Nebel o los pintores de inicios del siglo xix

Nació el 6 de julio de 1840 en Temascalcingo, Estado de México. Velasco ingresó a los cursos nocturnos de la Academia de Bellas Artes – de San Carlos- combinando esta actividad con su trabajo en el negocio de rebozos de sus tíos. Fue hasta 1858 que se dedicó por completo al estudio del arte, gracias a sus estudios, a los 18 años le otorgan la plaza de profesor en la Academia de San Carlos en la materia de Perspectiva.  En el año de 1860, procedente de Europa, llegó el pintor Santiago Rebull para ocupar el puesto de Director General de la Real Academia de Bellas Artes de San Carlos de México. Landesio y Rebull organizaron ese año un concurso, cuyo premio sería una pensión para el ganador, premio que obtuvo Velasco con su obra del Exconvento de San Agustín. Ese triunfo, aparte de solucionar sus problemas económicos, lo llenó de confianza y entusiasmo y acometió los trabajos relativos a su carrera con más bríos y resueltamente, se lanzó al campo con el fin de pintar del natural.
En el año de 1868, Velasco fue nombrado Profesor de Perspectiva y fue entonces cuando renunció a la pensión que disfrutaba. En este mismo año contrajo matrimonio con la señorita Luz Sánchez Armas Galindo, siendo sus testigos de bodas su hermano el Dr. Ildefonso Velasco y su maestro Eugenio Landesio, lo que deja ver la amistad que ya existía entre estos dos paisajistas fuertemente identificados.

Dedicaba parte de su tiempo al estudio de la zoología, botánica, geografía y arquitectura, por ello logró plasmar con tanto realismo y detalle la naturaleza en sus cuadros. Realizó infinidad de estudios a lápiz y bocetos al óleo sobre rocas, ríos, nubes, hojas y árboles. Su sentido visual, su sensibilidad y sus conocimientos, le permitieron percibir más allá de lo que un ser normalmente dotado puede observar respecto a la forma, coloraciones y características del paisaje.

Su producción profesional inició en 1868, al concluir sus estudios en la Academia, y se extendió durante 44 años, en los que llegó a pintar cerca de trescientas pinturas al óleo, además de acuarelas, litografías y pinturas en miniatura.
En el año de 1888 tuvo el honor de ser comisionado por el Gobierno de México como jefe de la delegación que asistiría a Francia llevando pinturas de varios autores, para ser exhibidas en la Exposición Universal de Paris, con la que se conmemoraba el primer centenario de la Revolución francesa. Entre los muchos reconocimientos a su labor  ha recibido la Condecoración de Caballero de la Legión del gobierno de Francia.
En 1893 concurre a la Feria Mundial de Chicago a la exposición con la que se festejaba el cuarto centenario del descubrimiento de América.

Este gran artista mexicano falleció el 26 de agosto de 1912, aparentemente de angina de pecho, dejando una abundante producción pictórica, toda de primerísima calidad.