Miguel Paradiso (Buenos Aires, 1936) es un auténtico representante del pop art argentino, en el sentido de que su pintura de modalidad neo pop, inviste las escenas cotidianas con un espíritu local imbuido de un aura universal. A la mayoría de los aficionados a la pintura moderna les resulta familiar ese movimiento surgido en Londres y Nueva York hacia fines de los años cincuenta, que el crítico británico Lawrence Alloway bautizó ‘Pop art’ en vista de lo que se estaba gestando entre los jóvenes artistas londinenses a partir de los iconos pregonados por la publicidad de masas. Casi simultáneamente, los también jóvenes artistas norteamericanos Robert Rauschemberg y Jasper Johns dirigían sus investigaciones hacia la misma dirección, proponiendo un tipo de arte que absorbía velozmente las imágenes del amplio muestrario de productos comerciales, desde paquetes de cigarrillos hasta combustibles de automóviles, sin desaprovechar el efectismo de las películas de ciencia ficción clase B, o los comics, que desde entonces cobraron una jerarquía de arte de la que habían sido relegados en el pasado. Andy Warhol produjo a principios de los sesenta unas réplicas de caricaturas de Batman y Superman, que abandonó tan pronto como se enteró que otro joven artista llamado Roy Lichtenstein ya había montado una muestra de pinturas en una galería de Nueva York, en las que representaba fragmentos de historietas -o comics- reproduciendo inclusive la textura de puntos de las impresiones originales. Hay que advertir que en aquel tramo inicial del movimiento pop, la originalidad y la novedad era casi lo único que contaba, de modo que Andy Warhol decidió tomar la delantera en un rubro que nadie había reparado y se dedicó a reproducir productos de supermercados como latas de sopa o cajas de jabón en polvo, logrando de esa forma el ansiado éxito. El arte pop, como se puede observar, es un movimiento transnacional, que tuvo su origen en las grandes urbes, y sus obras se alejan de la naturaleza o el paisaje rural, concentrándose en retratar el entorno urbano y la mentalidad del consumidor ciudadano. En pocos años, cada artista pop creó su propio universo a través de sus modelos –o ‘marcas registradas’- generando una especie de escuela, por decirlo de alguna forma, como el caso de Roy Lichtenstein, que propulsó notables artistas del mismo género como Ovynd Fahlstrom en Suecia, Alberto Moretti en Italia, y sin lugar a dudas Miguel Paradiso es un exponente de esta tendencia pop en Argentina. Este artista nacido en Buenos Aires en 1936 fue colaborador del dibujante Ostherheld, -creador de ‘El Eternauta’, el mas famoso comic argentino- y trabajó como dibujante de las revistas de comics Dartagnan e Intervalo. Entre otras obras gráficas figuran los guiones y dibujos de las historietas policiales Martin Firpo y Vito Basan, publicadas por Tiempo Argentino y Crónica. La escenografía es la otra faceta de este artista que se desempeñó como escenógrafo en teatro, cine y en el canal 13 de Buenos Aires durante treinta años, todas experiencias que enriquecieron su trabajo artístico, creando un tipo de pintura neo pop de auténtico vuelo y fascinación inequívocamente argentinas.
Mariano Levat
Miguel Paradiso un auténtico representante del Pop Art argentino