José Tola

José Tola nace en 1943, en el Perú, en el seno de una familia tradicional limeña. Actitud de niño rebelde, inconforme con las —ahora para nosotros— ridículas disposiciones escolares y moderadas normas de conducta de mediados del siglo pasado. Aquella infancia, plagada de viajes entre colegios privados y estatales, variación y rechazo a la autoridad como inicial forma de gobierno del pensamiento, fue lo que iniciaría, a nuestro juicio, la trayectoria vocacional del artista, quien para su juventud ya habría tenido cierta seguridad sobre su propio destino. Bajo aquella tónica, pasado el conocimiento práctico académico obtenido en la Real Escuela de Bellas Artes de San Fernando de Madrid, José Tola enrumba hacia su propio camino del lenguaje, uno de academias y familias, de años de estudios perspectivos de exactitud y peso del color, de costumbres, religiosidades y rechazos políticos de toda índole. Todo lo hasta aquí señalado forma parte de un largo proceso de crecimiento y evolución, iniciado con aquella salida académica, aquel grito sordo contra la realidad, asemejada y reinterpretada en dibujos y óleos sobre papel, desconocidas telas y futuras presentaciones de seres y objetos, seguidos de maderbas, telas, ensamblajes, vitrales y aquellas últimas telas. Convenimos, a pesar de todo lo dicho, en no donar al lector una exclusiva biografía y preferimos, por el contrario, llevarlo de la mano por lo que creemos son sus más destacadas obras, símbolos de autodeterminación, existencia y rechazo; como tristeza y alegría mesurada. Las obras de Tola hablan por sí mismas.

Ignacio Álvaro