Thibón es uno de los pocos pintores que elevan el nivel del salón nacional de 1918.

Valentín Thibón de Libián nace el 18 de diciembre de 1889 en Tucumán, fue un artista de principios de siglo XX con una importante producción artística y una gran presencia en Salones Nacionales y exposiciones internacionales. Sin embargo su obra, alejada de la búsqueda de lo nacional que centraba las producciones en torno a la época del Centenario, no pudo ser enmarcada en ninguna línea precisa.

El inconfundible e inimitable Thibón de Libián fue el pintor de los seres humildes. Como un cabal artista post-impresionista dio preeminencia a la expresión. No instauró con su estilo una verdad tibia sino una verosimilitud ardiente e hiperbólica.
Había estudiado en la Academia Nacional de Bellas Artes y luego viajó por Francia, Italia, Inglaterra y España. Siguió algunos cursos en Florencia, Liorna y Venecia.
Un acento muy personal caracterizó su pintura. Así como sus compañeros de generación fueron pintores de plein-air, este pintor tucumano rechazó el color local de su provincia natal y después de su experiencia francesa hizo cuadros de costumbres, escenas de circo, de music-hall, de cafetines y cantinas.
Fue absorbido completamente por los problemas de la luz en la figura resolviéndolos con acentos post-impresionistas en anécdotas con implicancias sociales.
Como los maestros finiseculares franceses buscó temas pictóricos en la tristeza, la resignación y las efímeras alegrías de los humildes.
En La fragua, como en La presentación y en Bambalinas, vemos un compendio de la vida que se desarrolla entre candilejas. Realizó una breve y valiosa obra como grabador y en 1925 ilustró el libro Las respuestas, de Arturo Lagorio.
Fallece en Buenos Aires el 11 de febrero de 1931.
 
Ana María Telesca