Guillermo Roux dijo: “Hay una idea de que los viejos son viejos. Pero llegué a la conclusión de que siento pasiones, siendo viejo, que no las tenía cuando era joven. Creo que la muerte es muy importante porque es el punto final. La vida es tiempo. Cada instante, cada día, es mucho tiempo que se nos va”.

Nace en Buenos Aires, en 1929. Formado en la Escuela Nacional “Manuel Belgrano”, adquiere una sólida experiencia en pintura y dibujo. En Europa, donde vive entre los años 50 y 60, aprende observando la obra de los grandes maestros de la historia del arte. En Italia, tiene la oportunidad de conocer en detalle los trabajos de los pintores del Trecento y el Quattrocento.

Este interés lo lleva a estudiar con el pintor Umberto Nonni, en Roma, quien lo introduce en las técnicas del fresco y del mosaico, fundamentales para el desarrollo posterior de su obra. En aquellos años, los viajes por distintas ciudades europeas se complementan con sus estancias en Nueva York, lo que le permite entrar en contacto con las tendencias de la época. De regreso a la Argentina, en 1960, se radica en Jujuy, donde alterna la docencia con la pintura. Luego, en 1966, se traslada a Nueva York, donde se dedica a la pintura y a la ilustración, que le permite conectarse con el mundo de la publicidad y ampliar su horizonte de técnicas artísticas.

Regresa a Buenos Aires en 1967, pero son frecuentes sus estancias en París, Roma y Sicilia.
Ha realizado exposiciones individuales en Buenos Aires, Munich, París, Londres y Nueva York. En 1998, el Museo Nacional de Bellas le dedica la exposición retrospectiva Guillermo Roux en el Museo Nacional de Bellas Artes.

Ha sido galardonado con numerosos premios, entre los que se destaca el otorgado en la XIII Bienal de San Pablo de 1975. Es miembro de número de la Academia Nacional de Bellas Artes.

Guillermo Roux murió en la Ciudad de Buenos Aires, el 28 de noviembre de 2021, a los 92 años.